Los lectores OMNY utilizados para cobrar tarifas en los autobuses de la MTA siguen cayéndose de sus soportes, lo que obliga a la agencia a gastar $4.5 millones para solucionar el problema, según los documentos contractuales publicados el viernes.
El problema persistió durante años mientras los funcionarios de tránsito intercambiaban culpas con representantes de Cubic, la empresa contratada para instalar y supervisar el sistema OMNY, según muestran los documentos.
“En enero de 2021, se encontraron grietas que afectaban a una gran cantidad de soportes de montaje, lo que provocó que los validadores de los autobuses se cayeran de sus soportes”, dicen los documentos de la MTA. “Hubo una disputa entre la MTA y Cubic sobre si la falla de los soportes fue un defecto de diseño o causado por el mantenimiento de los soportes por parte de la MTA”.
Está previsto que la junta de la MTA apruebe el gasto para arreglar los soportes el miércoles.
El acuerdo requiere que Cubic instale nuevos soportes de montaje para los 11,359 lectores de pago por contacto que se encuentran en la flota de autobuses de la MTA.
El problema es el último contratiempo en la implementación de OMNY por parte de la MTA. La MTA firmó un contrato de $573 millones con Cubic para instalar el sistema en 2017 con planes de eliminar por completo la MetroCard en 2023.
Los funcionarios de tránsito han dicho desde entonces que la pandemia de COVID retrasó la instalación. Cubic también se ha retrasado en la entrega de máquinas expendedoras de OMNY que permiten a los pasajeros comprar una tarjeta de tarifa con efectivo.
Un consultor de la MTA estimó en diciembre que el trabajo para implementar completamente OMNY no estará terminado hasta fines de 2026.
“La gran mayoría de los clientes del metro y del autobús están utilizando la comodidad del sistema de pago de tarifas sin contacto, por lo que, por supuesto, nos aseguraremos de que el contratista aborde adecuadamente cualquier defecto de hardware a su cargo”, dijo la portavoz de la MTA, Joana Flores, en un correo electrónico. “En este caso, el contratista hará un reemplazo completo de la flota a su cargo, y la MTA también está agregando actualizaciones que resultarán en futuros ahorros en costos de mantenimiento”.
El problema también surge en un momento en que la MTA está luchando por acabar con la evasión de tarifas.
La agencia estimó que el 44% de los pasajeros de autobús no pagaron la tarifa durante los últimos tres meses de 2024. No está claro si los soportes de montaje rotos del lector OMNY tuvieron algún efecto en la alta tasa de evasión.
«La implementación de OMNY ha sido un proceso de décadas», dijo J.P. Patafio, jefe de autobuses del Sindicato de Trabajadores del Transporte Local 100. «Por eso no me sorprende que una vez más haya un problema con el trabajo de los contratistas externos».
