El secretario de Estado, Marco Rubio, declaró este jueves que el Departamento de Estado ha revocado 300 o más visas de estudiante, debido a que la Casa Blanca apunta cada vez más a estudiantes nacidos en el extranjero cuya principal transgresión parece ser el activismo.
Rubio advirtió que la Administración estaba vigilando a “estos lunáticos”. En todo el país, han sido detenidos estudiantes, en algunos casos por agentes de inmigración enmascarados, y han sido recluidos en centros de detención, a veces a miles millas de sus hogares, sin previo aviso y a menudo con pocos detalles sobre el motivo de su detención.
“Podría haber más de 300 en este momento. Lo hacemos todos los días. Cada vez que encuentro a uno de estos lunáticos, le quito el visado”, indicó Rubio en una conferencia de prensa en Guyana, donde se reunió con los líderes del país.
El Departamento de Seguridad Nacional ha defendido las revocaciones, alegando que los estudiantes involucrados en estas protestas representan una amenaza para la seguridad nacional debido a su presunto apoyo a organizaciones terroristas extranjeras.
Sin embargo, la falta de pruebas concretas sobre vínculos directos con grupos terroristas ha generado críticas y dudas entre expertos legales.
La presión sobre los estudiantes internacionales se ha intensificado con una nueva directiva del Departamento de Estado, que exige la revisión de las redes sociales de todos los solicitantes de visas F-1, J-1 y M, lo que implica un escrutinio más exhaustivo de sus actividades en línea.
Esta medida busca identificar cualquier actividad que pudiera relacionarse con el terrorismo o con la promoción de organizaciones terroristas, según la normativa vigente.
El gobierno estadounidense continúa tomando medidas agresivas contra los activistas extranjeros, lo que ha generado un creciente debate sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos fundamentales de los estudiantes internacionales en EEUU.