El Departamento de Seguridad Nacional informó que se produjeron 221,303 encuentros con migrantes a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México. Los datos muestran que hubo 109,549 expulsiones en virtud del Título 42.
El número de llegadas de migrantes a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos subió en marzo al nivel más alto en más de dos décadas, según nuevos datos del Gobierno.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) dijo en una presentación judicial el viernes que hubo 221,303 encuentros con migrantes a lo largo de la frontera con México el mes pasado, un nuevo máximo bajo la Administración de Joe Biden.
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Las cifras de marzo, reportadas por primera vez por CBS News, combinan las estadísticas reportadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) y la Patrulla Fronteriza.
Se trata de la tercera vez que las llegadas mensuales a la frontera del suroeste superaron las 200,000 desde que Biden asumió el cargo.
El pico se produce tras el anuncio del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, del fin de la norma de salud pública de la era Trump conocida como Título 42, que el Gobierno ha utilizado desde el inicio de la pandemia para expulsar a los migrantes que intentan cruzar la frontera, incluidos los solicitantes de asilo, citando la propagación del COVID-19. Los datos de marzo incluyen cifras que muestran que hubo 109,549 expulsiones en virtud del Título 42.
Los funcionarios federales han expresado su preocupación por un nuevo aumento en la frontera sur después de que la política de salud pública deje de aplicarse. Desde que se promulgó por primera vez en marzo de 2020, la norma se ha utilizado para expulsar a más de 1.7 millones de migrantes.
La inminente terminación del Título 42 ha sido objeto de duras críticas por parte del Partido Republicano e incluso algunos demócratas centristas. El senador por West Virginia Joe Manchin; Kyrsten Sinema, por Arizona, y Jon Tester, por Montana han exigido a Biden que retrase el cambio.
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Los republicanos han indicado que planean hacer de la inmigración un tema clave de la campaña de las elecciones de medio término, en particular en los estados y distritos más conflictivos, mientras los demócratas se enfrentan a una ardua batalla para defender sus escasas mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado en noviembre.
