La ciudad de Nueva York no suele estar asociada con el tipo de sequía que vemos en otras zonas del país, pero este otoño ha sido una excepción sorprendente.
El pasado mes de octubre se produjo la segunda racha sin lluvia más larga de la historia de la ciudad, que se remonta a 155 años, desde 1869. Como noviembre sigue siendo más cálido y seco, hemos emitido una alerta de sequía para toda la ciudad e instamos a los neoyorquinos a conservar agua siempre que sea posible.
Todos los neoyorquinos pueden ayudar tomando duchas más cortas y lavando menos cargas de ropa, pero hay muchas otras formas sencillas y eficaces de conservar agua en nuestra ciudad.
Un grifo abierto utiliza de dos a tres galones de agua por minuto, por lo que no es necesario abrirlo mientras se afeita, se lava las manos o se cepilla los dientes.
Un grifo que gotea a un ritmo de una gota por segundo puede desperdiciar más de 3000 galones por año, así que arregle esas fugas, si es posible. También puede ahorrar aún más agua instalando accesorios que ahorren agua, como inodoros y duchas de bajo consumo, así como aireadores de grifos.
Utilice el lavavajillas y la lavadora solo cuando estén llenos. Utilice ciclos cortos si están disponibles. Cierre el agua mientras lava los platos.
No tire de la cadena del inodoro innecesariamente. Según la Agencia de Protección Ambiental, los inodoros son, por lejos, la principal fuente de uso de agua en un hogar, y representan casi el 30 por ciento del consumo promedio de agua en el interior de una casa. Cada descarga puede utilizar 1,6 galones, y los modelos más antiguos utilizan hasta 6 galones.
Barra las entradas de vehículos y las aceras en lugar de lavarlas con una manguera.
Informe al 311 sobre cualquier hidrante abierto y fugas en la calle. Un hidrante abierto puede liberar más de 1000 galones por minuto, lo que desperdicia 1,4 millones de galones de agua potable en un ciclo de 24 horas.
Para obtener más ideas, visite el sitio web de Consejos para ahorrar agua del DEP.
La ciudad de Nueva York está orgullosa, y con razón, de su sistema de agua y estamos decididos a proteger uno de nuestros recursos más preciados. Todos los que dependemos del suministro de agua de la ciudad, incluidos 8,3 millones de consumidores de la ciudad y otros 1,5 millones en el norte del estado, debemos hacer esfuerzos concertados para conservar el agua, especialmente durante estos períodos secos prolongados.
También vamos a hacer nuestra parte como ciudad, exigiendo a nuestras agencias municipales que actualicen sus planes de conservación del agua y los implementen lo antes posible.
Si nos unimos y ahorramos agua, podemos hacer algo aún mejor por nuestra ciudad: reduciremos la tasa de agotamiento de los embalses de la ciudad y evitaremos una sequía más grave que requeriría más restricciones en el futuro.
Trabajemos juntos para ahorrar agua y, cuando vuelva a llover, tratemos de recordar dónde dejamos el paraguas.
