Con el objetivo de reducir la cantidad de incendios provocados por las baterías de iones de litio que alimentan las bicicletas eléctricas, la ciudad ofrece a los repartidores una oferta irresistible.
El jueves, el Departamento de Transporte comenzó a intercambiar cientos de bicicletas eléctricas, cargadores y baterías más seguras con trabajadores dispuestos a entregar bicicletas eléctricas, ciclomotores eléctricos o ciclomotores de gasolina ilegales que no se pueden registrar en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV).
“No se trata solo de proteger a los repartidores”, declaró el comisionado del DOT, Ydanis Rodríguez, en unas instalaciones de la agencia en Washington Heights, donde se presentaron las nuevas bicicletas eléctricas. “Se trata de protegerlos a ellos, a sus familias, a sus vecinos y a todos los neoyorquinos de incendios mortales”.
Desde 2019, las baterías de iones de litio han provocado casi 1000 incendios que causaron 33 muertes en toda la ciudad, según el Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY). Esto incluye 18 muertes en 2023, cuando hubo 268 incendios de este tipo.
Las baterías que alimentan las bicicletas eléctricas y otros dispositivos de micromovilidad fueron responsables el año pasado de 277 incendios, 95 heridos y cinco muertes.
«Diría que esto es como cambiar un Kia por un Mercedes; es una situación en la que todos ganan», dijo el Comisionado de Bomberos, Robert Tucker, en respuesta a una pregunta de THE CITY sobre las nuevas bicicletas. «Desde la perspectiva del Departamento de Bomberos, no quiero gafarnos, pero este año no hemos tenido ninguna muerte; una muerte es demasiada; 18 son demasiadas».
Nuevas iniciativas
El programa de intercambio es una de varias iniciativas para reducir el número de incendios relacionados con las baterías de iones de litio, que alcanzó su punto máximo el año pasado, incluso cuando el número de muertes disminuyó.
«Las cifras van en la dirección correcta, sin duda, especialmente en lo que respecta a las muertes, pero aún queda muchísimo trabajo por hacer», afirmó Tucker. «Sabemos que los dispositivos de micromovilidad son parte del futuro de la ciudad de Nueva York».
El intercambio gratuito está dirigido a los numerosos repartidores cuyo sustento depende de realizar viajes rápidos para aplicaciones de entrega de comida a domicilio. Les proporciona nuevas bicicletas eléctricas, cargadores y baterías con certificación de seguridad de laboratorios reconocidos como UL Solutions.
Está abierto a repartidores de comida mayores de 18 años, que hayan ganado al menos $1,500 haciendo entregas durante el último año y que posean y utilicen un dispositivo de micromovilidad para trabajar. El plazo de solicitud se abrió el jueves y se extenderá hasta finales de junio.
“Se trata de seguridad, dignidad y reconocimiento”, declaró William Medina, repartidor de Los Deliveristas Unidos y el Proyecto de Justicia Laboral. “Durante demasiado tiempo, nos hemos visto obligados a depender de bicicletas inseguras y baterías sin certificar, arriesgando nuestras vidas y las de nuestras familias solo para ganarnos la vida; incluso cargar una bicicleta en casa se convirtió en un momento peligroso”.
Los términos del intercambio exigen que los repartidores completen un curso de seguridad en línea, respeten las normas de tránsito y se comprometan a respetar el límite de velocidad de 24 km/h para bicicletas eléctricas en toda la ciudad, propuesto la semana pasada por el alcalde Eric Adams.
“Esperamos que todos estos repartidores circulen a 24 km/h”, declaró Rodríguez. Las 400 bicicletas eléctricas incluidas en la primera ola del programa de intercambio pueden alcanzar una velocidad máxima de 20 mph, dijeron los funcionarios, y vienen equipadas con velocímetros individuales.
Rodríguez señaló las estadísticas que muestran que más del 80% de los neoyorquinos piden comida a domicilio al menos una vez por semana, y casi una cuarta parte pide cuatro veces por semana.
También afirmó que las empresas tecnológicas que crean las aplicaciones deben contribuir a la seguridad de los trabajadores y residentes de los edificios de apartamentos.
“Alentamos a todas las empresas de aplicaciones de comida, desde DoorDash hasta Uber y otras, a que hagan su parte y a que no presionen tanto a los repartidores, obligándolos a ir tan rápido para entregar la comida a nuestros apartamentos”, declaró.
Los repartidores comentaron que la presión para entregar la comida lo más rápido posible puede ser intensa.
“Conocemos las reglas de tránsito”, dijo Enrique De Lucio, de 60 años, quien el jueves repartía pizza en el Distrito Financiero. “Si las cumplimos o no, eso es otra historia”.
Santiago Ramírez, de 35 años, fue uno de los primeros repartidores en presentarse en un puesto del Departamento de Transporte en Washington Heights para entregar la bicicleta eléctrica que ha estado usando durante el último año. Dijo que tomó la decisión para evitar posibles problemas con los agentes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) que están tomando medidas enérgicas contra las bicicletas eléctricas peligrosas.
«Si todo está en orden, no tendrás problemas con la policía», dijo Ramírez, quien realiza entregas en Manhattan y Queens.
