Nueva York está siendo demandada por restricciones a las armas de fuego que prohíben a los poseedores de armas ocultas de otros estados obtener un permiso para traer sus armas de fuego al estado.
La demanda, presentada por la Firearms Policy Coalition en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Albany, alega que las restricciones violan los derechos de la Segunda Enmienda de los propietarios de armas de otros estados que no pueden obtener un permiso para portar un arma de fuego cuando visitan Nueva York.
El litigio nombra al Superintendente de la Policía del Estado de Nueva York, Stephen James, y a varios alguaciles del condado que se negaron a emitir permisos a los propietarios de armas de otros estados.
«Los ciudadanos no pierden la protección de sus derechos bajo las cláusulas de libertad de expresión o religión de la Primera Enmienda cuando cruzan las fronteras estatales», escribieron los abogados de los demandantes en la demanda de 20 páginas. «Tampoco pierden sus protecciones bajo la prohibición de la Cuarta Enmienda sobre registros e incautaciones irrazonables. Del mismo modo, no renuncian a sus derechos protegidos por la Segunda Enmienda cuando viajan fuera de su estado de origen».
Los litigantes piden al juez federal que emita una sentencia declaratoria de que las leyes de Nueva York que prohíben a los no residentes poseer o portar armas de fuego en público son inconstitucionales según la Segunda y la Decimocuarta Enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos.
Nueva York, que tiene algunas de las leyes de control de armas más estrictas del país, enfrenta varias otras demandas por restricciones de armas de fuego, incluida una impugnación a una ley que hace ilegal portar un arma de fuego en propiedad privada sin el consentimiento del propietario y otra que busca anular sus restricciones a las ventas de chalecos antibalas para civiles.
Una demanda presentada por Gun Owners of America en febrero también se centró en la restricción del estado a los propietarios de armas de fuego de otros estados, lo que obligó al Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York a adoptar una regla de emergencia que permite a los no residentes solicitar permisos de porte oculto a través de la ciudad.
Antes de los cambios, el Departamento de Policía de Nueva York no tenía un procedimiento formal para los propietarios de armas que no viven en Nueva York o los solicitantes que trabajan principalmente en la Ciudad de Nueva York.
Pero el último recurso legal pide a un juez de un tribunal federal que derogue la ley por completo, citando fallos judiciales anteriores, incluida la histórica decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso New York State Rifle & Pistol Association v. Bruen, que anuló una ley centenaria de Nueva York que exigía a los solicitantes demostrar «causa adecuada» para obtener una licencia de porte oculto de armas.
«Seguiremos enseñando a la gobernadora Hochul que el derecho a poseer y portar armas no termina en las fronteras de Nueva York», dijo el presidente de FPC, Brandon Combs, en un comunicado. «Esperamos poner fin a la prohibición inmoral de Nueva York de portar armas por parte de no residentes y permitir que millones de personas pacíficas ejerzan sus derechos cuando visiten el Empire State».
