Los meteorólogos pronostican una temporada de huracanes inusualmente intensa a partir de este mes, y eso podría significar inundaciones en la ciudad de Nueva York.
Los científicos del Servicio Meteorológico Nacional anticipan con confianza una actividad de huracanes “por encima de lo normal” a lo largo del Océano Atlántico, con un total estimado de 17 a 25 tormentas con nombre y vientos de 39 mph o más.
Alrededor de la mitad de esas tormentas podrían convertirse en huracanes, con vientos de 74 mph o más, incluidas cuatro a siete que son categoría 3 o peor.
Las temperaturas oceánicas casi récord son un factor importante en lo que podría ser un verano muy húmedo en la ciudad de Nueva York.
Los expertos dijeron que existe un alto riesgo de inundaciones destructivas y fuertes vientos que podrían llegar al área metropolitana.
“Ya sea que se trate del impacto directo de un huracán o de los restos del huracán, la inundación será realmente un problema grave”, dijo Mark Wysocki, climatólogo y profesor de la Universidad de Cornell. “Me siento muy mal por algunas de estas ciudades, Nueva York, Binghamton, Albany, Syracuse; no están adaptadas para este tipo de lluvias intensas”.
El aumento del calor del océano en el Océano Atlántico y el Mar Caribe se traduce en más combustible para intensificar las tormentas.
Las tormentas también están influenciadas por los monzones de África occidental, que pueden provocar huracanes atlánticos más fuertes y duraderos.
Si bien es poco probable que la ciudad reciba un huracán, está a merced de vientos intensos, lluvias extremas e inundaciones costeras que quedan de los huracanes o tormentas poderosas que han disminuido una vez que han llegado a la ciudad.
Aunque el huracán Sandy ya no era considerado huracán cuando tocó tierra en Nueva Jersey en octubre de 2012, aun así causó daños por valor de 19 mil millones de dólares solo en la ciudad de Nueva York.
“Cuanto más fuerte sea el huracán, más fuertes sean los vientos, mayores serán los efectos de las mareas en términos de marejada ciclónica”, dijo Wysocki. “Eso significa inundaciones costeras, y también inundaciones por las lluvias porque obviamente con temperaturas más cálidas el aire puede retener más agua, pero lo más importante es que el océano es más cálido, por lo que se está evaporando más agua en el aire”.
Daniel Brown, jefe de la Unidad de Especialistas en Huracanes del Centro Nacional de Huracanes, instó a la gente a empezar a pensar en prepararse para grandes tormentas.
“Ese es realmente el pronóstico más alto que jamás haya tenido el pronóstico estacional de la NOAA, y también hay una confianza bastante alta [de que] la temporada será bastante activa”, dijo Brown. “Ahora es el momento de empezar a pensar realmente en los esfuerzos de preparación, en lo que usted y su familia harían si hubiera una amenaza de huracán”.
Wysocki sugirió comenzar con un plan de evacuación, pero también abastecer las casas con agua embotellada y suministros de alimentos en caso de que irse no sea una opción segura y haya un corte de energía.