La MTA respondió a Amtrak el jueves después de que la red ferroviaria federal realizara una visita de prensa a un túnel del East River para explicar por qué cree que es necesario el cierre total de un túnel ferroviario durante unas obras de reparación que durarán años.
Durante una conferencia de prensa el 15 de mayo en Penn Station, Rob Free, presidente del Ferrocarril de Long Island (LIRR), cuestionó el alcance de las obras y su magnitud como para cerrar dos importantes líneas de túneles.
«Quiero asegurarme de que nuestras operaciones mantengan los altos niveles de confiabilidad que ya tenemos», declaró.
La MTA, una agencia dirigida por el estado de Nueva York, ha estado presionando a Amtrak por organizar el cierre de dos tubos en el túnel, alegando que resultaría en interrupciones «catastróficas» del servicio para el LIRR, que depende de los túneles del East River para llegar a Penn Station.
Trabajos necesarios
Los trabajos de construcción son necesarios, dijeron los funcionarios de Amtrak, para reparar la infraestructura dañada por el huracán Sandy.
Free reconoció que es necesario realizar trabajos de reparación, pero también criticó a Amtrak por no proporcionar detalles de las obras planificadas ni planes para minimizar posibles retrasos en el LIRR.
“Es una decisión de Amtrak”, declaró. “Es su responsabilidad, pero con esa responsabilidad viene la de garantizar que gestionen adecuadamente este proyecto y que las operaciones del LIRR no se vean afectadas negativamente”.
Los cierres están programados para comenzar el 23 de mayo. Una vez que comiencen las obras, implicarán el cierre completo y consecutivo de dos de las cuatro vías del East River, que permanecerán en funcionamiento durante aproximadamente 13 meses cada una. La MTA ha declarado que esto provocará interrupciones en el servicio para sus 125.000 pasajeros diarios del LIRR.
Hay cuatro vías del East River en juego. Una de ellas, la Línea 2, quedará completamente fuera de servicio. La otra vía, la Línea 1, será utilizada exclusivamente por Amtrak y NJ Transit.
Dos de los cuatro túneles que cruzan el East River hacia Penn Station se verán afectados, lo que significa que LIRR y Amtrak tendrán que compartir los dos túneles activos restantes la mayor parte del tiempo.
La principal preocupación de la MTA es que hay demasiado en juego si una de las vías del túnel queda fuera de servicio. Probablemente se produciría un cierre que imposibilitaría a LIRR operar trenes hacia y desde Penn Station con una sola línea, según han declarado las autoridades.
Mientras tanto, en una carta dirigida a la gobernadora Kathy Hochul este mes, el presidente de Amtrak, Roger Harris, sostuvo que un cierre total es la manera más responsable y rentable de gestionar las obras.
“Cualquier otra solución sería una solución temporal costosa y un perjuicio para los pasajeros y los contribuyentes”, escribió. “En cambio, nos centramos en identificar cualquier posible punto ciego que nuestros equipos de operaciones combinadas hayan pasado por alto durante el desarrollo del plan de servicio durante los últimos 10 meses”.