Recientemente se vio a algunos automovilistas de la Gran Manzana con matrículas sutilmente ocultas mediante métodos de tecnología ultrabaja, que podrían usarse para evadir el sumamente impopular peaje por congestión vehicular de Nueva York que acaba de entrar en vigor.
El Post detectó una variedad de estas tácticas furtivas y caseras en acción, a menudo implementadas en vehículos nuevos o de alta gama, que recuerdan el problema actual de las “matrículas fantasma” que le cuesta a la ciudad cientos de millones de dólares cada año.
Si bien no se sabe si el engaño observado es un resultado directo del nuevo peaje de $9 que se impone al ingresar a Midtown Manhattan, muchas de las placas alteradas fueron vistas cerca de los perímetros de la zona de congestión el domingo, cuando la tarifa entró en vigencia.
El método más básico implica cubrir o modificar un solo dígito de la matrícula.
Esto a menudo se hacía raspando una letra o un número, como un automóvil que se ve con una L pintada de blanco en un aparente intento de mezclarlo con el color de fondo de las placas actuales de Nueva York.
La sutileza de este método hace que sea difícil para los policías notar que algo anda mal y, al mismo tiempo, hace que la placa sea ilegible para las cámaras.