El esposo de la dueña de una guardería del Bronx fue sentenciado el miércoles a décadas de prisión por su papel en el funcionamiento de una red de fentanilo desde la instalación que provocó la muerte de un niño pequeño el año pasado.
Félix Herrera García, de 35 años, enfrenta 45 años de prisión y cinco años adicionales de libertad supervisada, según un comunicado de prensa del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York.
En un comunicado, el fiscal federal Damian Williams dijo que Herrera García puso “imprudentemente” a los bebés en riesgo de exposición al fentanilo desde octubre de 2022 hasta septiembre de 2023.
“Este caso demuestra el alcance y la magnitud mortales de la epidemia del fentanilo y el profundo daño que inflige a las vidas de los estadounidenses, incluidas las vidas de los más vulnerables entre nosotros”, dijo.
La muerte de Nicholas Dominici, de 22 meses, resonó en todo el Bronx y la ciudad, que ya enfrentaba una crisis de sobredosis de fentanilo junto con los crecientes costos del cuidado infantil.
La esposa de Herrera García, Grei Méndez, de 36 años, dirigía la guardería Divino Niño desde un apartamento en el sótano de un edificio en Morris Avenue en Kingsbridge, el tipo de guardería en el que muchos padres trabajadores confían para cuidar a sus hijos.
Documentos judiciales recientemente publicados indican que la familia que dirigía la guardería usaba los mismos utensilios de cocina para envasar medicamentos que usaban para alimentar a los niños a su cuidado, y que de hecho ellos mismos habían experimentado intoxicación por fentanilo antes del incidente fatal en septiembre del año pasado.
Aunque había pasado recientemente una inspección, los investigadores descubrieron grandes cantidades de fentanilo escondidas en las instalaciones después de que tres niños pequeños no se despertaran de sus siestas el 15 de septiembre de 2023. Los funcionarios determinaron más tarde que los niños habían ingerido de alguna manera un poco de la droga mortal y que no se pudo reanimar a Dominici.
Un cuarto niño que había sido recogido ese mismo día también fue llevado a un hospital porque actuaba de forma letárgica y no respondía.
El día en que se suponía que comenzaría su juicio en junio, Herrera García se declaró culpable de un cargo de conspiración para distribuir narcóticos con resultado de muerte y lesiones corporales graves, un cargo de posesión con intención de distribuir narcóticos con resultado de muerte y un cargo de posesión con intención de distribuir narcóticos con resultado de lesiones corporales graves.
Dos semanas antes, su cómplice Renny Antonio Parra Paredes también se declaró culpable en relación con su papel en la distribución de narcóticos desde la instalación.
El primo de Herrera García, Carlisto Acevedo Brito, alquilaba una habitación en el apartamento que albergaba la guardería y también fue acusado de asesinato, homicidio involuntario, posesión de drogas y poner en peligro a un menor.
Según la oficina de Williams, los acusados estaban escondiendo un total de 11 kilogramos de fentanilo y heroína en compartimentos secretos, o trampas, debajo de las baldosas del piso de la sala de juegos donde los niños jugaban, comían y dormían todos los días.
Los documentos judiciales revelaron nuevos detalles sobre cómo los niños pudieron haber entrado en contacto con el fentanilo, describiendo cómo Herrera García y sus co-conspiradores usaron los mismos cuencos, sartenes y esponjas en su cocina para empaquetar las drogas y preparar comida para los niños.
Dos noches antes del incidente, los documentos indican que Herrera García y Parra Paredes estuvieron en la guardería empaquetando narcóticos durante aproximadamente seis horas, comenzando justo después de que recogieron a los niños.
Los documentos también describen incidentes anteriores en los que Herrera García y otros miembros de su familia se vieron afectados por las potentes drogas que vendían.
En octubre de 2022, el propio hermano de Herrera García aparentemente murió por envenenamiento con fentanilo mientras empaquetaba drogas en otro apartamento del Bronx. Los documentos indican que Herrera García simplemente combinó el alijo de su hermano con el suyo en la guardería y continuó.
En otras ocasiones, según los documentos, Herrera García, Méndez y su propio hijo pequeño sufrieron episodios de vómitos compatibles con la exposición a opioides, e incluso una vez tuvieron que llevar a su hijo al hospital.
También se revelaron mensajes de texto que indicaban que intentaron limitar el tiempo que su hijo pasaba en el apartamento de la guardería.
Cuando su esposa y su primo fueron arrestados, Herrera García huyó a México . Más tarde fue detenido y llevado de regreso a Nueva York. La tragedia conmocionó a la comunidad, donde los padres que trabajan suelen recurrir a guarderías en sus hogares.
Más de un año después, al menos un proveedor de guarderías de la zona dijo que las inspecciones se habían vuelto más frecuentes y exhaustivas, pero los funcionarios no proporcionaron una cifra específica.
Pero la presidenta del distrito del Bronx, Vanessa Gibson, le dijo a Gothamist que el abuso de sustancias, y específicamente el fentanilo, sigue siendo un gran desafío.
Los funcionarios de la DEA dijeron que la infraestructura y la ubicación del Bronx, en medio de varias autopistas importantes, lo convierten en un lugar ideal para el tráfico de esta potente droga. Méndez se declaró inocente y está a la espera de juicio en un tribunal federal el próximo mes. El abogado de Herrera García no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
