El FBI registró el martes la casa en Long Island de una ex asistente de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul.
La ex empleada, Linda Sun, no ha sido acusada de ninguna irregularidad, y un portavoz del FBI se negó a revelar detalles más allá de confirmar que los agentes “realizaron actividades de aplicación de la ley autorizadas por el tribunal en Manhasset”.
Sun y su esposo, Chris Hu, comparten la casa de 3,5 millones de dólares en una comunidad cerrada en Long Island llamada Stone Hill. The New York Times fue el primero en informar sobre la búsqueda.
Ni Sun ni Hu respondieron a los mensajes de voz que solicitaban comentarios de Associated Press el miércoles.
La pareja compró la casa en 2021. A principios de este año, colocaron la casa en un fideicomiso, según muestran los registros.
Sun trabajó en el gobierno estatal durante casi 15 años, primero como jefa de gabinete de un legislador estatal, luego ocupó puestos en la administración del exgobernador Andrew Cuomo y finalmente se desempeñó como jefa de gabinete adjunta de Hochul, según su perfil de LinkedIn.
En noviembre de 2022 pasó a trabajar en el Departamento de Trabajo de Nueva York, donde se desempeñó como comisionada adjunta de desarrollo comercial estratégico, pero dejó ese trabajo solo unos meses después, en marzo de 2023, según el perfil.
Una persona familiarizada con las circunstancias de su salida dijo que la despidieron después de que se descubrieran pruebas de mala conducta.
El asunto fue remitido a las autoridades en ese momento, según la persona, que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar públicamente sobre asuntos de personal.
La persona se negó a dar detalles sobre la naturaleza de la supuesta mala conducta. La oficina de Hochul se negó a hacer comentarios sobre la búsqueda del FBI.
Tras dejar el gobierno estatal, Sun comenzó a trabajar como directora de campaña del demócrata Austin Cheng en una campaña fallida para el Congreso en Long Island.
Cheng no respondió de inmediato a un correo electrónico en el que se le solicitaban comentarios.
Un portavoz de la oficina del fiscal estadounidense en Brooklyn, que cubre Long Island, también se negó a hacer comentarios.
