Despeja tus planes nocturnos: el Teatro Clásico de Nueva York regresa a Central Park para su 26.ª temporada y trae consigo una de las comedias más olvidadas de Shakespeare.
Bien está lo que bien acaba se estrena el martes 3 de junio en la entrada del parque de la calle 103 Oeste, ofreciendo una oportunidad única de disfrutar de esta ingeniosa y enrevesada historia de amor, ambición y redención inesperada, sin necesidad de entrada.
Dirigida por Stephen Burdman, director artístico fundador de NY Classical, la producción se mantiene fiel al enfoque distintivo de la compañía: libre, dinámica y totalmente accesible.
Puedes asistir cualquier noche (excepto los lunes) hasta el 22 de junio y disfrutar de actuaciones profesionales de calidad Off-Broadway al aire libre.
No hay asientos, ni escenario, ni límites entre el elenco y el público: solo una historia que se desarrolla a tu alrededor en tiempo real.
El elenco de este año incluye a Anique Clements como la decidida heroína Helena y a Paul Deo Jr. como Bertram, su reticente interés amoroso, junto a Carine Montbertrand, Karel Heřmánek y otros. Es un elenco vibrante que combina clásicos que regresan con nuevos talentos, todos actuando para y con la ciudad que los vio crecer.
Y aunque el Bardo es el evento principal, esta temporada también incluye algunos extras encantadores. En la Noche de Perros (4 de junio), te invitamos a traer a tu cachorro, posar para fotos con gorgueras a juego y llevarte regalos gratis.
Las Noches Familiares del 12 y el 21 de junio incluyen manualidades previas al espectáculo, coronas y artistas de circo para entretener a los más pequeños.
Y el 20 de junio, la Noche del Orgullo comienza con una hora feliz en VERS en Hell’s Kitchen antes de que una multitud festiva se dirija hacia la ciudad para el espectáculo.
Las funciones comienzan a las 19:00 en punto, y las actividades especiales empiezan a las 18:30 en las noches temáticas. Si bien reservar es gratuito y se recomienda (recibirá alertas meteorológicas y un programa digital), se aceptan visitas sin reserva.
Bien está lo que bien acaba quizá no encabece la lista de grandes éxitos de Shakespeare, pero esta producción justifica con creces su regreso. En Central Park, bajo el cielo crepuscular, es difícil imaginar un escenario mejor, ni un mejor precio.