Bienvenido a tu espacio Sabores. A continuación les mostraremos el paso a paso de esta receta.
Ingredientes
- 750 g de calabaza
- 40 ml de tomate frito
- 30 ml de vinagre de vino blanco
- 30 ml de aceite de oliva virgen extra
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de pimentón picante de la Vera
- Pimienta negra molida
- Sal
Preparación
Un factor a tener en cuenta a la hora de cocer calabaza es su porcentaje de mermado una vez cocinada. La calabaza suele perder 1/3 de su peso, por lo que si queremos obtener 500 g de su pulpa, vamos a necesitar unos 750g de calabaza.
Lo primero que tenemos que hacer es pelar y cortar la calabaza en dados aproximadamente de un centímetro de grosor.
Echamos en una sartén un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y la llevamos a fuego medio-alto, cuando esté caliente añadimos la calabaza troceada, una pizca de sal y saltearemos cada poco tiempo para que se fría de forma homogénea.
Mientras la calabaza se cocina procedemos a realizar un majado con los ajos, el orégano seco y una cucharadita de agua. Reservamos.
Pasados unos 15-20 minutos la calabaza tendrá este aspecto y su textura se habrá tornado mucho más tierna.
Con una espátula o un tenedor chafamos la calabaza para que se vaya haciendo puré. Incorporamos a la sartén el majado que teníamos reservado, mezclamos y cocinamos unos minutos más.
Añadimos el pimentón picante y el vinagre de vino blanco, mezclamos hasta integrar y cocinamos un par de minutos.
Por último agregamos la salsa de tomate, integrando durante 5 minutos más. Rectificamos el punto de sal y consumimos una vez haya enfriado.
Es un entrante que está más rico al día siguiente de haberse hecho, lo ideal es realizarlo con antelación.
Su textura se asemeja a la de una crema espesa, de ahí que se utilice para untar pan tostado, canapés o dipear con crudités.