El ahogamiento es la principal causa de muerte por lesiones en niños de EE. UU. de 1 a 4 años y la tercera causa principal de muerte por lesiones no intencionales entre los niños y adolescentes estadounidenses de 5 a 19 años.
En 2017, se ahogaron casi 1000 niños estadounidenses. Afortunadamente, las tasas de mortalidad por ahogamiento infantil no intencional han disminuido constantemente de 2,68 por 100 000 en 1985 a 1,11 por 100 000 en 2017.
Las tasas de muerte por ahogamiento varían con la edad, el sexo, y la raza y/o etnicidad, siendo los niños pequeños y adolescentes varones los que presentan niveles más altos de riesgo. Después del año de edad, los niños varones de todas las edades tienen un mayor riesgo de ahogarse que las nenas.
En general, los niños afroamericanos tienen las tasas más altas de muerte por ahogamiento, seguidas en orden por los indios americanos y/o los nativos de Alaska, blancos, asiático-americanos y/o isleños del Pacífico, y los niños hispanos.
Para el período 2013-2017, las tasas más altas de muerte por ahogamiento se vieron en niños varones blancos de 0 a 4 años (3,44 por 100 000), niños indo americanos y/o de Alaska de 0 a 4 años (3,58), y adolescentes varones afro americanos de 15 a 19 años (4,06 por 100 000).
El ahogamiento es también una fuente importante de morbilidad para los niños. En 2017, se estima que 8700 niños menores de 20 años visitaron un departamento de emergencias del hospital por un evento de ahogamiento, y el 25% de esos niños fueron hospitalizados o trasladados para su posterior cuidado.
La mayoría de las víctimas de ahogamiento no fatal se recuperaron completamente sin déficit neurológico, pero se observaron déficits neurológicos graves a largo plazo con tiempos de inmersión prolongada (>6 minutos), esfuerzos de reanimación prolongados y falta de reanimación cardiopulmonar (RCP) temprana iniciada por el observador.
La Academia Americana de Pediatría emite esta declaración de política revisada debido a la nueva información e investigación con respecto a:
- Poblaciones en mayor riesgo
- Disparidades raciales y sociodemográficas en las tasas de ahogamiento,
- Competencia del agua (conocimiento y actitudes de la seguridad del agua, habilidades básicas de natación, y respuesta a un nadador en problemas),
- Cuando los niños están en y alrededor del agua (la necesidad de la supervisión de un adulto cerca, en forma constante, atento y capaz y el uso de chalecos salvavidas en niños y adultos),
- Cuando no se espera que los niños estén alrededor del agua (la importancia de barreras físicas para prevenir el ahogamiento), y
- La cadena de supervivencia al ahogamiento y la importancia de la RCP del observador.
Poblaciones con riesgo incrementado de ahogamiento
Ciertas poblaciones, debido a su comportamiento, habilidad, ambiente, o condición médica subyacente, están en mayor riesgo de ahogamiento.
Niños pequeños
Para el período 2013-2017, la mayor tasa de ahogamiento ocurrió en el grupo de 0 a 4 años (2,19 por 100 000 habitantes), siendo los niños de 12 a los 36 meses los que estuvieron en mayor riesgo (3,31). La mayoría de los bebés se ahogan en bañeras y baldes, mientras que la mayoría de los niños en edad preescolar se ahogan en las piscinas.
El problema principal de este joven grupo de edad es la falta de barreras para prevenir el acceso no anticipado, no supervisado al agua, incluyendo piscinas, jacuzzis y spas, bañeras, cuerpos de agua naturales y agua estancada en los hogares (baldes, bañeras, y aseos).
La Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo (CSPC) encontró que el 69% de niños menores de 5 años no se esperaba que estuvieran en la piscina en el momento de un incidente de ahogamiento.
Adolescentes
Los adolescentes (15–19 años) tienen la segunda tasa fatal más alta de ahogamiento. En este grupo de edad, poco menos de tres cuartos de todos los ahogamientos se producen en fuentes de agua natural, y este grupo de edad compone la mitad de los ahogamientos infantiles en agua natural.
En 2016, Safe Kids en todo el mundo informó que la tasa de ahogamiento fatal en agua natural en adolescentes de 15 a 17 años era más de 3 veces mayor que en niños de 5 a 9 años y dos veces la tasa de los niños menores de 5 años.
El aumento del riesgo de ahogamiento fatal en adolescentes puede ser atribuido a múltiples factores, incluyendo la sobreestimación de habilidades, la subestimación de las situaciones peligrosas, involucrarse en conductas impulsivas y de alto riesgo, y el uso de sustancias.