Es difícil pensar que, ante un calor tan extremo, podamos seguir haciendo trabajando como siempre, con obreros de la construcción saliendo a pasar horas bajo un sol abrasador y empleados que se ven obligados a permanecer en edificios sin aire acondicionado entre 8 y 9 horas al día.
Según un informe de 2019 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto del estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente, las temperaturas superiores a 39 ºC pueden dañar gravemente y matar a los trabajadores
El verano pasado, se estima que 61.000 personas murieron en Europa a causa del calor extremo, según un informe reciente.
Las olas de calor provocan irritabilidad, la gente trabaja a un ritmo más lento y tiene dificultades para desplazarse.
Alteran los niveles de concentración de los trabajadores, causan fatiga y pueden ser muy peligrosas para los trabajadores que desempeñan funciones críticas para la seguridad.
Los negocios pueden tener que cerrar durante las horas de más calor y perder clientes, lo que puede agravar la pobreza laboral y el cierre de empresas y perjudicar a las economías.
Seguramente se necesitarán algunos cambios urgentes en las legislaciones laboral, sobre todo para las personas vulnerables que tienen que ir a trabajar fuera, que tienen que desplazarse o que están en edificios donde no hay aire acondicionado.
Los empresarios ya tienen el deber de velar por el trabajo flexible y de hablar con sus empleados sobre lo que funciona y lo que puede matarlos, pero lo que necesitamos es un requisito legal de temperaturas máximas en el lugar de trabajo.
Cambiar los horarios de trabajo
La gente de los países más cálidos y húmedos ya está cambiando sus horarios de trabajo para evitar hacer esfuerzos en las horas centrales del día, el momento en que suele aumentar el riesgo para nuestro bienestar.
Escolares de algunos países ahora van al colegio a las 5 de la mañana y vuelven a las 9 para evitar el calor. Casi se vuelven nocturnos.
Un patrón de trabajo respetuoso con el calor podría incluir más trabajo a altas horas de la noche, y más descansos como la siesta española.
Un estudio publicado en 2021 en Nature Communications descubrió que alrededor del 30% de las horas de trabajo que perdemos actualmente debido al calor podrían recuperarse si cambiáramos nuestro horario para aprovechar las horas más frescas del día.
Las soluciones incluyen legislaciónes laborales para proteger a los trabajadores y educar a los gerentes de línea sobre los riesgos de hipertermia y sus responsabilidades legales.
Empresarios y empleados deben trabajar juntos para crear un espacio de diálogo regular. Los empresarios deben acordar ajustes justos y razonables de las horas de trabajo y otras medidas de seguridad, salud y bienestar en el trabajo cuando haya un calor excesivo.