Tuberculosis latente requiere atención médica inmediata

Salud

La tuberculosis o TB es causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Estas bacterias por lo general atacan a los pulmones, pero también pueden atacar otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro.

La tuberculosis, o TB, es una enfermedad causada por una bacteria conocida como Mycobacterium tuberculosis. Cuando alguien con una infección activa tose, estornuda o grita, libera pequeños fragmentos de humedad conocidos como «núcleos de gotitas», que contienen la bacteria. Estas gotitas son lo suficientemente pequeñas como para que puedan flotar en una corriente de aire, moverse por una habitación y permanecer suspendidas durante varias horas.

Esto hace que la enfermedad sea altamente infecciosa. Si alguien inhala estas gotitas, la bacteria de la tuberculosis que contienen puede llegar a los pulmones, un entorno amigable en el que pueden comenzar a crecer.

También pueden asentarse en los ganglios linfáticos y causar tuberculosis en la garganta.

No todas las personas infectadas por las bacterias de la tuberculosis se enferman. Por eso, existen dos afecciones relacionadas con la tuberculosis: la infección de tuberculosis latente (LTBI, por sus siglas en inglés) y la enfermedad de tuberculosis. Si no se trata adecuadamente, la enfermedad de tuberculosis puede ser mortal.

Como se transmite

Las bacterias de la tuberculosis se transmiten de una persona a otra por el aire. Estas bacterias se liberan al aire cuando una persona con enfermedad de tuberculosis de los pulmones o de la garganta tose, estornuda, habla o canta. Las personas que se encuentren cerca pueden inhalar estas bacterias e infectarse.

La tuberculosis NO se transmite por lo siguiente:

  • Darle la mano a alguien.
  • Compartir alimentos o bebidas.
  • Tocar la ropa de cama o los inodoros.
  • Compartir el cepillo de dientes.
  • Besarse.

Cuando una persona inhala las bacterias de la tuberculosis, estas pueden alojarse en los pulmones y comenzar a multiplicarse. Desde allí, las bacterias pueden desplazarse por la sangre a otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro.

La enfermedad de tuberculosis en los pulmones o la garganta puede ser contagiosa. Esto significa que las bacterias pueden transmitirse a otras personas. Por lo general, la tuberculosis que afecta otras partes del cuerpo, como los riñones o la columna vertebral, no es contagiosa.

Las personas con enfermedad de tuberculosis tienen más probabilidades de transmitírsela a las personas con las que pasan tiempo todos los días. Esto incluye a familiares, amigos y compañeros de trabajo o de escuela.

Signos y síntomas

Los síntomas de la enfermedad de tuberculosis dependen del área del cuerpo donde se estén multiplicando las bacterias de la tuberculosis. Por lo general, las bacterias de la tuberculosis se multiplican en los pulmones (tuberculosis pulmonar). La enfermedad de tuberculosis en los pulmones puede causar síntomas como los siguientes:

  • Tos intensa que dura 3 semanas o más
  • Dolor en el pecho
  • Tos con sangre o esputo (flema que sale desde el fondo de los pulmones)

Otros síntomas de la enfermedad de tuberculosis son:

  • Debilidad o fatiga
  • Pérdida de peso
  • Falta de apetito
  • Escalofríos
  • Fiebre
  • Sudores nocturnos

Los síntomas de la enfermedad de tuberculosis en otras partes del cuerpo dependen del área afectada.

Las personas que tienen infección de tuberculosis latente

  • no se sienten mal,
  • no presentan síntomas
  • ni pueden transmitirles la tuberculosis a los demás.

Cómo evitar que la infección de tuberculosis latente evolucione a enfermedad de tuberculosis

Muchas personas que tienen infección de tuberculosis latente nunca presentan enfermedad de tuberculosis. Pero algunas personas que tienen infección de tuberculosis latente tienen más probabilidades que otras de tener enfermedad de tuberculosis. Entre las personas en alto riesgo de presentar la enfermedad de tuberculosis están las siguientes:

  • Personas con infección por el VIH.
  • Personas que se infectaron con las bacterias de la tuberculosis en los últimos 2 años.
  • Bebés y niños pequeños.
  • Personas que se inyectan drogas ilícitas.
  • Personas que tienen otras enfermedades que debilitan el sistema inmunitario.
  • Ancianos.
  • Personas que en el pasado no recibieron el tratamiento adecuado para la tuberculosis.

Si usted tiene infección de tuberculosis latente y pertenece a uno de estos grupos de alto riesgo, debe tomar su medicamento para evitar la enfermedad de tuberculosis. Hay varias opciones de tratamiento para la infección de tuberculosis latente.Usted y su proveedor de atención médica deben decidir cuál es el mejor tratamiento para usted. Si toma su medicamento como se le indique, puede evitar la enfermedad de tuberculosis. Debido a que hay menos bacterias, el tratamiento para la infección de tuberculosis latente es mucho más fácil que el tratamiento para la enfermedad de tuberculosis. Una persona con enfermedad de tuberculosis tiene una gran cantidad de bacterias de la tuberculosis en el cuerpo. Se necesitan varios medicamentos para tratar la enfermedad de tuberculosis.

Cómo prevenir la exposición a la enfermedad de tuberculosis durante los viajes al extranjero

En muchos países, la tuberculosis es mucho más común que en los Estados Unidos. Los viajeros deben evitar el contacto cercano o prolongado con personas que se sabe que tienen tuberculosis, en espacios cerrados con una gran cantidad de gente (por ejemplo, centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados).

Aunque en todo el mundo hay casos de tuberculosis multirresistente o MDR, por sus siglas en inglés,  y de tuberculosis extremadamente resistente o XDR, por sus siglas en inglés, estos son aún muy poco frecuentes. Los viajeros que tienen el VIH son los que tienen el mayor riesgo si entran en contacto con una persona con tuberculosis MDR o XDR.

Los viajes aéreos por sí solos representan un riesgo relativamente bajo de infección con cualquier tipo de tuberculosis. Los viajeros que vayan a trabajar en centros médicos, hospitales y otros entornos médicos donde haya probabilidad de encontrar pacientes con tuberculosis deben consultar a expertos en el control de infecciones o de salud ocupacional. Estos viajeros deben preguntar sobre los procedimientos administrativos y ambientales existentes para prevenir la exposición a la tuberculosis. Una vez que se hayan implementado esos procedimientos, se pueden tomar otras medidas como el uso de equipos individuales de protección respiratoria.

Los viajeros que anticipen tener una posible exposición prolongada a personas con tuberculosis (por ejemplo, aquellos que saben que van a estar en contacto rutinario con personas en centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados) deben hacerse una prueba cutánea de la tuberculina o un examen de sangre para detectar la tuberculosis antes de salir de los Estados Unidos. Si la reacción a la prueba es negativa, deben repetirse la prueba entre 8 a 10 semanas después de regresar a los Estados Unidos. Además, sería recomendable que las personas que anticipan una exposición prolongada o repetida, o que vayan a permanecer largo tiempo en otros lugares a lo largo de varios años, se realicen la prueba de forma anual. Debido a que las personas con infección por el VIH tienen más probabilidades de tener una respuesta deficiente en las pruebas para detectar la tuberculosis, los viajeros que sean VIH positivos deben decirle al médico que tienen ese virus.

Gracias a los intensos esfuerzos de detección, tratamiento y prevención, junto con el desarrollo del antibiótico estreptomicina en 1943, EE. UU. ha podido cambiar el rumbo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, EE. UU. registró 7800 infecciones activas de tuberculosis el año pasado y unas 500 muertes. Mantener estos números bajos es la razón por la que muchos empleadores exigen una prueba de TB.

Desafortunadamente, a pesar de este cambio notable, quedan desafíos importantes. Esto incluye el aumento de cepas de la bacteria resistentes a los medicamentos, que no se ven afectadas por la isoniazida y la rifampicina, los principales antibióticos utilizados para combatir la enfermedad. Todo esto hace que sea importante que busque atención médica inmediata para su infección de TB latente y que complete el ciclo de medicamentos exactamente como se lo recetaron.

Vacuna

La BCG o bacilo de Calmette-Guérin es una vacuna contra la enfermedad de tuberculosis (TB). Esta vacuna no es de uso frecuente en los Estados Unidos, pero a menudo se administra a los bebés y niños pequeños en los países donde la tuberculosis es común. La vacuna BCG no siempre protege a las personas contra la tuberculosis.

Recomendaciones para la BCG

En los Estados Unidos, se debe considerar la administración de la vacuna BCG solo en ciertas personas que reúnan criterios muy específicos y después de consultar con un experto en tuberculosis. Se alienta a los proveedores de atención médica que consideren administrarles la vacuna BCG a sus pacientes a que hablen sobre esta intervención con los encargados del programa de control de la tuberculosis en su área.

Niños

La vacuna BCG solo se debe considerar para niños que tengan un resultado negativo en la prueba de detección de la tuberculosis y que estén expuestos en forma continua y no se les pueda separar de los adultos que:

  • no hayan sido tratados contra la enfermedad de tuberculosis o su tratamiento no haya sido eficaz, y si el niño no puede recibir un tratamiento preventivo primario y prolongado para la infección de tuberculosis; o
  • tengan enfermedad de tuberculosis causada por cepas resistentes a la isoniazida y la rifampicina.

Trabajadores de la salud

La vacunación de los trabajadores de la salud con la BCG se debe considerar de manera individual en los entornos en que:

  • Un alto porcentaje de pacientes con tuberculosis esté infectado con cepas de tuberculosis resistentes tanto a la isoniacida como a la rifampicina.
  • Exista transmisión continua a los trabajadores de la salud de cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos, y es probable que haya infecciones posteriores.
  • O se hayan implementado medidas integrales de precaución para controlar la infección por tuberculosis, pero sin éxito.

Los trabajadores de la salud que vayan a recibir la vacuna BCG deben ser informados sobre los riesgos y beneficios asociados a la vacuna y al tratamiento de la infección de tuberculosis latente.

Prueba de la tuberculosis en personas que han recibido la vacuna BCG

Muchas personas nacidas fuera de los Estados Unidos han recibido la vacuna BCG.

Las personas que previamente recibieron la vacuna BCG pueden hacerse una prueba cutánea de la tuberculina para detectar la infección de tuberculosis. La vacuna BCG puede causar una reacción positiva a la prueba cutánea de la tuberculina. Esta reacción positiva a la prueba cutánea de la tuberculina puede deberse a la vacuna BCG propiamente tal o a una infección con bacterias de la tuberculosis.

A diferencia de la prueba cutánea de la tuberculina, las pruebas de sangre para detectar la tuberculosis o IGRA, por sus siglas en inglés, no se ven afectadas por la vacunación previa con la BCG y no se prevé que den un resultado falso positivo en las personas que han recibido esa vacuna.

En los niños menores de 5 años de edad, se prefiere hacer una prueba cutánea de la tuberculina en vez de un análisis de sangre para detectar la tuberculosis.

Un resultado positivo en la prueba cutánea de la tuberculina o en la prueba de sangre solo indica que la persona ha sido infectada con bacterias de la tuberculosis. No indica si la persona tiene infección de tuberculosis latente o si ha evolucionado a enfermedad de tuberculosis. Para determinar si la persona tiene enfermedad de tuberculosis, es necesario hacer otras pruebas, como una radiografía de tórax o un cultivo de esputo.

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