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Como saben, y justo les comenté unos artículos atrás, New York está llena de espacios icónicos reconocidos mundialmente, y gran parte de ese reconocimiento, se lo deben nada más y nada menos que al cine.
La icónica estación ferroviaria de Manhattan, Grand Central Terminal, es sin duda es uno de los escenarios que más ha aparecido en producciones de Hollywood y un sitio que todos deberíamos visitar alguna vez.
Así cómo les hablé acerca del Ferry de Staten Island, esta terminal suele estar incluida en la rutina de muchos que a diario la transitan cuando van a trabajar; pero ya sea que la vean a diario o por primera vez, siempre es igual de fascinante.
Inaugurada en 1913, Gran Central Terminal, es la estación ferroviaria más grande del mundo en número de andenes, con un total de 44 a los que próximamente se le sumarán más.
Y como si esto fuera poco, también es “un destacado núcleo de compras (…) cuenta con 60 tiendas, 35 restaurantes y una agenda completa de eventos”.
Este espacio que ha sido testigo de tantos encuentros y reencuentros, también es una magnífica obra arquitectónica caracterizada por sus bóvedas de ladrillo y el precioso reloj de cuatro esferas de ópalo en el vestíbulo principal.
Si normalmente este lugar es mágico, imaginen cuanto más lo es durante estas fechas, así que casi obligatoriamente deben visitarla y sacarse unas cuantas buenas fotos.
