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Si hay una característica que resalte más que el resto en los estadounidenses, es su patriotismo.
No sé si solo sea mi percepción por la comparación que hago con mi país donde las fechas patrias son un día feriado más, pero realmente me sorprende cómo aquí las celebran con tanto entusiasmo que unas cuantas ya podrían considerarse parte de la cultura pop a nivel mundial.
Una clara muestra de ello son las fiestas del 4 de julio, el Día de la Independencia, que nunca pasan desapercibidas.
Pero hoy quiero hablarles de otra de las más importantes : el Día de los Veteranos.
La creación de esta efeméride se remonta a 1919 con la declaración del Día del Armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, y que dio la idea al veterano de guerra Raymon Weeks para rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que prestaron estuvieron en las Fuerzas Armadas y sirvieron a su país con dignidad, valentía y honor.
En 1947 esta propuesta de Weeks fue tomada en cuenta por el general Dwight D. Eisenhower y finalmente aprobada como una enmienda ocho años después durante su presidencia modificando oficialmente la denominación de Día del Armisticio.
Como cada 11 de noviembre, en varias ciudades de Estados Unidos se realizan discursos y desfiles y New York no es la excepción; el reconocido “America’s Parade” inundará la Quinta Avenida en un conmovedor homenaje que dejará en evidencia que mi afirmación al principio de este artículo es completamente cierta.
Hallamos o no nacido y crecido en este país, me parece una gran idea unirnos a esta festividad porque considero que es una bonita manera de retribuir lo que nos ha brindado durante el mucho o poco tiempo que lleva siendo nuestro hogar.
Espero que todos disfrutaran el viernes de las actividades para celebrar el día del veterano.