Ahí Viene La Plaga

Columnistas
Ramón Velásquez Gil

Ciertamente, no hay nada más fastidioso que un zancudo o mosquito, cómo lo llaman en algunos lugares. A veces pienso que una de las cosas más mal hechas por la naturaleza, es la picada de un zancudo; esto en virtud de que la picada de un zancudo te extrae, si acaso, una décima parte de una pequeña gota de sangre.

Entonces, si uno no sintiera el picor cuando ese demoníaco insecto te pica, no se le daría importancia a dicha picadura pues para nada alteraria o afectaria la cantidad de sangre que te fluye por la venas. Pero es que además del picor, también está el problema de la transmisión de enfermedades.

Por ejemplo, la variedad Aedes aegypti, transmite el dengue, la chikunguña y el zica, o la variedad anopheles, que transmite la malaria o paludismo; enfermedades estas que pueden llegar a ser mortales si no se tratan a tiempo.

Otra vaina bastante “leídy” de estos insoportables bichos voladores, es su sempiterno “zumbido” en las orejas de uno.

Cuando se está en un lugar caluroso y sobre todo, si es de noche, los oyes zumbar alrededor de tus oídos, lo cual es bastante desesperante..y más de uno, a terminado casi ciego cuando en su desesperación, en vez de echarse el chorro de repelente “Off” en la oreja, se lo echa en un ojo.

Quienes alguna vez han estado de cacería de noche y “velando” la presa, saben lo que es. starse Inmóvil en un veladero sin poder emitir el más ligero ruido con los zancudos zumbando tus oidos.

No es un hobby para cualquiera.

Y la cuestión es que, los zancudos son atraídos por el “dioxido de carbono” que exhalamos por la nariz y por la boca, por lo que ellos rondan es alrededor de nuestra boca y nariz, solo que los escuchamos es en nuestros oídos.

Por último, cabe destacar que no a todo el mundo persiguen los zancudos. A veces pasa que, a uno le están picando los zancudos y al que está al lado ni lo ven.

Bueno, eso ocurre porque los zancudos son atraídos por el dioxido de carbono y el ácido láctico que los humanos producimos al sudar y respirar.

Resulta entonces que, algunas personas “expelen” más que otras estas sustancias química, y por ende, está plaga buscará a quien más le agrade su olor.

De allí el dicho popular para señalar a la gente sin empatía:

!No tiene sangre ni pa los zancudos!.

Saludos