Una fuerte explosión el domingo en una manifestación de simpatizantes de un clérigo y líder político de línea dura en el distrito de Bajur, en el noroeste de Pakistán, indicaron la policía y personal de salud.
Al menos 44 personas murieron y alrededor de 200 resultaron heridas, incluyendo niños, en uno de los peores ataques de los últimos años.
La policía informó que la convención de trabajadores del partido Jamiat Ulema Islam de Maulana Fazlur Rehman se llevaba a cabo en las afueras de Khar, la capital del distrito de Bajur, cuando estalló la bomba.
Bajur solía ser un refugio para los milicianos islámicos. Es el antiguo bastión del Movimiento de los Talibanes Paquistaníes —conocido como Tehreek-e-Taliban Pakistan, o TTP_, una organización insurgente y aliada cercana del gobierno talibán de Afganistán.
El TTP ha sido expulsado de la zona en los últimos años como resultado de las operaciones del ejército paquistaní.
El ataque se registra horas antes de la llegada del viceprimer ministro chino He Lifeng a Islamabad, donde participará en un evento para conmemorar una década del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC, por sus siglas en inglés), un amplio paquete con el que Beijing ha invertido miles de millones de dólares en Pakistán.
En meses recientes, China ha ayudado a Pakistán a evitar el incumplimiento de los pagos soberanos. Sin embargo, algunos ciudadanos chinos también han sido blanco de grupos milicianos en el noroeste de Pakistán y en otros lugares.
En un comunicado, el TTP condenó el atentado, el cual, afirmó, tenía como objetivo enfrentar a los islamistas entre ellos. Zabiullah Mujahid, un portavoz del Talibán afgano, también condenó el atentado.
“Tales crímenes no pueden justificarse de ninguna manera”, dijo en un mensaje en la plataforma red social X.
Aunque es un grupo separado, el TTP sigue siendo un aliado cercano de los talibanes afganos, que tomaron el poder en Afganistán a mediados de agosto de 2021. Esa toma de control envalentonó al TTP. Terminaron unilateralmente un acuerdo de alto el fuego con el gobierno de Pakistán en noviembre pasado y desde entonces han intensificado los ataques en todo el país.
