Aprobado nuevo programa de intercambio para baterías de bicicletas eléctricas no certificadas

New York en breves

El Ayuntamiento de Nueva York aprobó el jueves un proyecto de ley que supondrá la creación de un programa de intercambio, el primero en el país, para cambiar las baterías volátiles de las bicicletas eléctricas por otras nuevas certificadas como seguras.

La introducción 949A, patrocinada por el líder de la mayoría del consejo, Keith Powers (demócrata por Manhattan), tiene como objetivo reducir la prevalencia de incendios mortales y fuera de control provocados por las baterías de iones de litio que alimentan las bicicletas eléctricas, que han herido a 96 personas y han matado a 14. en la ciudad de Nueva York en lo que va de año.

“Estos incendios dañan hogares, desplazan familias y provocan demasiadas lesiones y muertes devastadoras en toda nuestra ciudad”, dijo Powers antes de una votación en el Comité de Manejo de Emergencias y Incendios del Consejo. “Y creo que todos estamos aquí hoy con los mismos objetivos: prevenir estos incendios, sacar las baterías inseguras de las calles y de nuestros hogares, y salvar vidas”.

La legislación llega inmediatamente después de un proyecto de ley aprobado este año que prohíbe la venta de baterías de bicicletas eléctricas reensambladas y aquellas que no están certificadas como conformes con los estándares de seguridad de Underwriters Laboratories.

Estas baterías son especialmente peligrosas, advirtió el Departamento de Bomberos. La prohibición entrará en vigor este mes.

Según el nuevo proyecto de ley, quienes posean baterías volátiles sin licencia podrán presentarlas a una agencia de la ciudad y cambiarlas por baterías certificadas más seguras.

El programa permitirá este intercambio de forma gratuita o a un costo reducido, pero las reglas que rigen la elegibilidad para un intercambio gratuito deben ser elaboradas por una agencia de la ciudad. Las reglas deben tener en cuenta los ingresos y la ocupación de los participantes, según el texto del proyecto de ley.

Quienes opten por cambiar sus baterías tienen prohibido revenderlas durante al menos un año.

La ciudad también tendrá que emprender una campaña de divulgación multilingüe para concienciar al público sobre el programa.

Las bicicletas eléctricas se han convertido rápidamente en un elemento habitual de las calles de la ciudad en los últimos años. Sus usuarios predominantes son decenas de miles de trabajadores de reparto de alimentos, en su mayoría inmigrantes, aunque también se están volviendo más populares como opción de transporte.

Pero la proliferación de la micromovilidad también ha coincidido con un aumento importante de incendios mortales e incontrolados provocados por la explosión de las baterías.

Las lesiones por incendios causados por explosiones de baterías de iones de litio aumentaron más de un 1.000% entre 2019 y 2022, de 13 a 147 en los cinco condados, según datos del Departamento de Bomberos.

A medida que los funcionarios comienzan a tomar medidas enérgicas contra la carga inadecuada de bicicletas eléctricas y algunos propietarios prohíben estos dispositivos en sus propiedades, muchos deliveryistas están comenzando a cambiar a ciclomotores a gasolina, aun cuando muchos de ellos siguen siendo ilegales en las calles.

Los esfuerzos por establecer centros para que los repartidores carguen de forma segura sus bicicletas eléctricas se han topado con frecuencia con la oposición de los miembros de la comunidad local.

La aprobación del programa de intercambio se produce cuando los legisladores presentan otro proyecto de ley que requeriría que las aplicaciones de entrega de alimentos como DoorDash, GrubHub y Uber Eats proporcionen baterías seguras y certificadas a sus trabajadores.

Un esfuerzo por establecer de forma privada un programa de intercambio, respaldado por Uber y DoorDash, ha tenido un nivel de aceptación extraordinariamente bajo.