Cómo el plan tecnológico de Nueva York marca el rumbo para el futuro de Estados Unidos

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Desde la moda hasta las finanzas y la manufactura, Nueva York siempre ha sido pionera en Estados Unidos. Ahora, a medida que la era digital introduce nuevos desafíos y oportunidades, el Estado de Nueva York una vez más está construyendo un plan para el éxito que el resto del país debería seguir.

Mientras presionan para que la región sea reconocida como un centro de tecnología e innovación en virtud de la Ley CHIPS y Ciencia, los legisladores locales del oeste de Nueva York están tomando la iniciativa para garantizar que la cadena de suministro de semiconductores del país esté arraigada en los EE. UU. y no dependa de componentes de competidores extranjeros.

Como ha subrayado el senador Chuck Schumer, los microprocesadores de los que depende nuestro ejército “deberían llevar el sello ‘Hecho en Nueva York’”, y no fabricados en otras partes del mundo.

Fundamentalmente, Nueva York también está aumentando su preparación para defenderse contra las amenazas cibernéticas de nuestros adversarios geopolíticos y enemigos hostiles en el extranjero que buscan piratear las innovaciones estadounidenses y utilizar nuestras tecnologías en nuestra contra. Washington debería tomar nota y seguir el ejemplo del Empire State.

El reciente anuncio de la gobernadora Kathy Hochul sobre la estrategia integral de ciberseguridad de Nueva York se produce mientras el estado se recupera de la asombrosa cifra de 57 ataques cibernéticos solo en 2022. Esta respuesta es un modelo que el liderazgo de Washington debería adoptar con planes sólidos y bien financiados para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

Los adversarios extranjeros están trabajando incansablemente para robar propiedad militar, comercial y digital. China recientemente hackeó al Secretario de Estado y al Secretario de Comercio de Estados Unidos y colocó malware en la infraestructura militar.

Los piratas informáticos en Rusia con estrechos vínculos con el gobierno de Putin atacan continuamente las redes de los sectores público y privado de Estados Unidos.

Nueva York también comprende la necesidad de equilibrar las iniciativas económicas inteligentes con la seguridad de la infraestructura crítica, como la red eléctrica estatal y las redes digitales gubernamentales y financieras.

Como líder mundial en prosperidad económica e innovación, Nueva York desempeña un papel fundamental a la hora de responder a las amenazas de regímenes autoritarios y proteger la difusión de los ideales democráticos.

La posición de Estados Unidos en el escenario mundial y el futuro de una Internet libre y abierta dependen en gran medida de cómo adoptemos la innovación y respondamos a las amenazas en la esfera digital. Se debe elogiar a Nueva York por invertir en iniciativas audaces en investigación, fabricación y ciberseguridad de semiconductores.

Sin embargo, mantener la ventaja tecnológica de Estados Unidos requiere la visión, la fortaleza y el apoyo del gobierno federal.

Estados Unidos también debe fomentar vínculos más estrechos con nuestros aliados ideológicos, y los legisladores deben evitar estrategias regulatorias demasiado amplias que corren el riesgo de sofocar la innovación y favorecer inadvertidamente a los competidores extranjeros.

La nación que gane la carrera tecnológica dará forma al futuro, y Nueva York ha presentado un plan ejemplar para nuestra era digital. Estados Unidos debería seguir su ejemplo para garantizar nuestra continua influencia global y liderazgo tecnológico. No podemos darnos el lujo de equivocarnos.