La firma afincada en Londres acaba de presentar en la semana de la moda de Nueva York su nueva colección Atelier, su tercera propuesta cápsula que aboga por el lujo discreto en estética y contenido en precios. La apuesta de COS se centra en la artesanía y la sastrería como ejes de un consumo responsable que valora las prendas atemporales, longevas, combinables para el día y la noche y con una fabricación limitada en la que tejidos de calidad, técnicas innovadoras y acabados artesanales juegan un papel fundamental para ofrecer prendas premium sin que los precios se disparen.
En un mundo en el que el Barbiecore convive con un redescubierto lujo silencioso, las piezas versátiles y cómodas son un must en cualquier armario.
A menudo pensamos en prendas atemporales como esos básicos sencillos, fáciles de combinar y para el día a día que pueden parecer aburridos, pero COS tiene las claves para demostrar que no tiene por qué ser así. Lo deja claro su propuesta para la temporada otoño/invierno 2023, en la que la firma ha jugado con los contrastes para crear una colección perfectamente elegante y atemporal en 43 poderosos looks.
Empezando por la recepción en el Manhattan Classic Car Club, en el que la pasarela marrón oscuro contrastaba con las construcciones metálicas que decoraban el espacio, un ambiente de tranquilidad era el punto de partida para la colección de la temporada.
A partir de aquí COS fue descifrando el quid de la atemporalidad y la elegancia look a look a golpe de deconstrucción y detalles muy cuidados.
La lograda sastrería femenina (hay un esmoquin que será fondo de armario imprescindible) que propone Karin Gustafsson, directora de diseño, conjuga funcionalidad con innovación, deconstruyendo muchos patrones clásicos en prendas asimétricas y de uso tanto diurno como festivo, como un audaz top abotonado palabra de honor que parte del patrón de una chaqueta, un minibolero con larguísimos flecos o una americana con parte de la espalda al aire. Hombreras y patrones oversize son también dos pautas de la colección que se repiten en las propuestas masculinas.
La modistería, con varios favorecedores y femeninos vestidos asimétricos con bajos a modo de pañuelos abiertos, equilibra los juegos entre masculinidad y feminidad de la colección.
El punto es también protagonista tanto en prendas para mujer como en las propuestas masculinas; y tienen especial relevancia prendas de crochet tejidas a mano con Responsible Mohair Standard.
La colección empodera a quien viste las piezas: los hombros marcados crean una declaración visual rotunda, como los versátiles abrigos largos de lana. Los colores son el último eslabón que redondea la propuesta. Combinaciones armoniosas en las que el negro y los tonos neutros naturales (avena, camel, marrón) completan la paleta de la temporada.
