Ramón Velásquez Gil
Ciertamente, de esta frase proviene el dicho de que: En el amor y la guerra, todo es válido.
Pero no siempre fue así. En la época de nuestros antepasados todo estaba escrito. El hombre ocupaba su lugar de proveedor y la mujer su lugar de ama de casa. Estas parejas eran para siempre pues había unas reglas imposibles de violentar, desde el punto de vista familiar.
La mujer tenía la obligación de satisfacer al marido, sin chistar, aún llegase borracho a la casa pues era una obligación supuestamente de cumplimiento absoluto y de allí, que las familias de nuestros antepasados estuvieren compuestas por muchos hijos.
Pero esa obligación absoluta, a Dios gracias se fue perdiendo y eso contribuyó a frenar la desmedida explosión demográfica del siglo XX.
Poco a poco las mujeres salieron a estudiar y a trabajar, consiguiendo así su propio espacio en la sociedad y estableciendo nuevas normas o un nuevo orden en el núcleo familiar.
Ahora bien, lo malo de esto fue que algunas mujeres (no todas)..se “extralimitaron”..en ese nuevo orden..y el hombre de la casa,..aquel hombre respetado y proveedor,..ha tenido que, “casi” pasar a ser Amo de Casa.
Y es a partir de entonces, cuando el amor; o mejor dicho, cuando algunas mujeres o un buen porcentaje de ellas, convirtieron el amor en un campo de batalla.
Algunas mujeres (no todas) se sobre estiman a tal punto, que “pierden el norte”..de lo que es una relación y echan todo por la borda.
También hay hombres que caen en esto, pero en mucha menor proporción pues el cambio de ser ama de casa a autoproveerse, ocurrió fue en la mujer y al hombre solo le quedó observar lo que estaba o está pasando.
Y fíjense que no digo que la mujer haya pasado de ama a de casa, a ser proveedora; y es que aunque trabaje y gane la suficiente, algunas mujeres (no todas) piensan que su dinero es para ellas y que sea el hombre quien continue proveyendo.
Esto lo reconocen incluso las mismas mujeres que son inteligentes.
Surgió asi un nuevo orden femenino al que se le denomina en argot popular como “Tóxicas”; aunque muchas (sigo salvando el pellejo) conservaron y conservan aun, sus valores femeninos y respetan el orden natural.
Pero las damas toxicas, estas siguen en su errada pretensión y concepto de que el hombre tiene que ser su fiel servidor, a la orden de lo que se le antoje e imponer su voluntad.
Esto ha traído como consecuencia, un cambio en aquella predisposición natural de que las mujeres podían vivir socialmente solas y de que el hombre no podría sobrevivir sin una mujer.
Esta percepción tuvo un vuelco, como consecuencia del grado de toxicidad de algunas mujeres y debido a esto, el número de matrimonios o emparejamiento en todo el mundo, ha disminuido pues el hombre actual también evolucionó y decidió que mejor es vivir solo que con una mujer como la anteriormente enunciada. Salvo aquellos que se entregan con la manos en alto.
Se oyen muchas concepciones nada inteligentes hoy dia, provenientes de algunas mujeres.
La otra vez escuché decir a una mujer ya de edad y nada agraciada, que ella andaba en la busqueda de “Un viejo con dinero”.
Me quede viéndola y me pregunté: y “que le ofrece ella” a un viejo con dinero? pues a ojos vistas, no tenía nada bueno que ofrecer. Pero es que muchas mujeres son asi, no admiten su ausencia de gracia.
En una ocacion divorcié a una dama, la cual me contó que le impuso al marido la pena de “Dormir en el Sofá”, cada vez que llegara después de las diez de la noche; y que a la tercera vez, se quedaría en la calle.
Así fue, y a la tercera vez me buscó para el divorcio.
Estuve de acuerdo en lo de la pena de dormir en el sofá, pues es entendible y normal y fue esta actitud la que puso un parao a la precitada explosión demográfica. Pero por lo demás, esas mujeres “desubicadas” que han surgido en las últimas décadas, podrían contribuir a la extinción de la humanidad.
Eso creo.
