Los incendios forestales que ya han arrasado con 13 estados ubicados en el oeste de Estados Unidos y con varias ciudades de Canadá, no dan tregua y, ahora, están cubriendo con una densa capa de humo a la ciudad de Nueva York, por lo que los expertos sanitarios advirtieron que la calidad del aire frente a este fenómeno es dañina para la salud.
Según informó la organización sin fines de lucro de datos climáticos Berkeley Health, a través de un comunicado de prensa difundido por la NASA, “el miércoles 21por la mañana el índice de calidad del aire subió a 157 en Manhattan, la cifra más alta que el umbral de 100 que genera problemas de salud”.
Por ello, las autoridades sanitarias advirtieron que las personas vulnerables, incluidas las mujeres embarazadas y los ancianos, pueden experimentar algunas dificultades para respirar, además de irritación de garganta y ojos llorosos cuando se expongan al aire.
Por su parte, según informó el Centro Nacional Interagencial de Bomberos, la mayoría de los 83 focos de incendio todavía están ardiendo, impulsados por los vientos y las altas temperaturas.
«Estamos viendo muchos incendios que producen una enorme cantidad de humo, y para cuando el humo llega a la parte este del país, donde generalmente se diluye, hay tanto humo en la atmósfera de todos estos incendios que todavía es bastante grueso», explicó, a USA Today, David Lawrence, experto del Servicio Meteorológico Nacional. “De acuerdo a las características que tengan los incendios, las nubes de humo pueden viajar cientos de kilómetros”, agregó el especialista.
Cabe recordar que ya a comienzos de la pasada semana, el meteorólogo norteamericano Carl Erickson ya había advertido en una entrevista que le concedió al diario New York Post, que la densa capa de humo llegaría tanto a la ciudad de Nueva York como a toda la costa este de Estados Unidos y que ocasionaría serios problemas para la salud de las personas.
De hecho, por entonces, las densas nubes de humo ya eran visibles sobre la región de los Grandes Lagos de Estados Unidos, ubicada en el corazón del país del norte. «Lo que normalmente habría sido un bonito día soleado con cielo azul probablemente tendrá ese aspecto lechoso y brumoso en el cielo. Podría haber puestas de sol bastante hermosas, realzadas y vibrantes por ese humo», había advertido Erickson.
En tanto, los últimos partes meteorológicos indican que los vientos podrían despejar a partir del próximo fin de semana gran parte de las nubes de humo que ya se apoderaron de las calles de Nueva York.