La colección recupera piezas de archivo modernizándolas, un concepto más que acertado para una colección destinada a perdurar, a construir historias.
Las líneas depuradas, hombros estructurados, siluetas relajadas y colores neutros característicos de la nueva propuesta de la firma. Y es que se trata de una entrega que, como su propio nombre indica, mira al futuro con la vista puesta en el pasado, actualizando las piezas más emblemáticas con siluetas sencillas pero elegantes y materiales modernos para una colección versátil, sensual y atemporal.
En ella destacan los vestidos de satén, las gabardinas oversize, los abrigos de corte masculino o las prendas de punto más cozzy y apetecibles del invierno.
“Sin duda, una buena gabardina es un básico en cualquier vestidor porque combina absolutamente con todo, y además eleva cualquier look”, aseguraba Gemma Galán al preguntarle por su pieza favorita de la colección.
“Un fashion tip que me encanta es el de apostarlo todo a total looks. Es un truco infalible para crear estilismos elegantes sin apenas esfuerzo y además está súper en tendencia, así que es un acierto asegurado que te soluciona el ‘no sé que ponerme’ sea cual sea la ocasión. Realmente es algo que veíamos mucho en los 90 y ahora, con la vuelta al minimalismo y el auge del ‘lujo silencioso’, decantarse por un color en particular para vestirlo de pies a cabeza en forma de prendas básicas y atemporales resulta de lo más efectivo”, nos revelaba Blanca Padilla
