Después de la polémica conclusión del partido entre los New York Knicks y los
Houston Rockets el lunes, el equipo neoyorquino presentó una protesta formal
ante la NBA para que el encuentro se reanude con un marcador empatado.
Los árbitros admitieron haber cometido un error al señalar una falta a Jalen
Brunson en el último segundo, lo que resultó en la victoria de Houston por 105-
103 sobre Nueva York.
Con 103-99 y 48 segundos restantes, Brunson anotó dos canastas consecutivas
para empatar el juego para los Knicks (103-103). Los Rockets tenían 8.3 segundos
para evitar la prórroga, pero el intento de Jalen Green fue bloqueado por Precious
Achiuwa.
El balón llegó a Aaron Holiday, cuyo triple sobre la bocina no entró. Sin embargo,
los árbitros señalaron una falta controvertida de Brunson, dando a Holiday tres
tiros libres con solo 0.3 segundos en el reloj. Holiday convirtió los dos primeros,
falló el tercero y el partido terminó.
La NBA también admitió en su informe de los últimos dos minutos del juego que
la decisión arbitral fue incorrecta.
“En directo pareció que el contacto en la parte inferior del cuerpo era ilegal (…)
Después de ver la jugada en la revisión de pospartido, el jugador que atacaba fue
capaz de regresar a su posición normal en la pista. El contacto ocurrió después de
que lanzara el balón por lo que es fortuito y marginal al intento de tiro y no
debería haber sido pitado”, explicaron tras el partido los árbitros según el pool de
la NBA.
Solo seis protestas en la historia de la NBA han tenido éxito. La última vez que un
equipo de la NBA puso en protesta un partido fue en la temporada 2007, cuando
Shaquille O’Neal fue expulsado en el último minuto de juego entre el Miami Heat
y Atlanta Hawks. En aquel entonces, la estrella de la Florida ganó la demanda, ya
que solo tenía cinco infracciones y no seis.
