La navidad en Nueva York está en las bellezas de las ventanas de las tiendas

El rinconcito newyorquino

MARF

Me atrevo a decir que todos estamos de acuerdo en que New York es una ciudad mágica, impredecible e incomparable y que, al llegar la navidad, estos atributos parecen intensificarse de una manera exorbitante, haciéndonos sentir que nuestras vidas transcurren en una comedia romántica navideña.

Si ustedes no viven en una cueva y al menos han salido recientemente para hacer compras básicas del hogar, habrán podido notar esto de lo que les hablo.

La manera en la que están decorados todos los rincones de la ciudad pone de buen humor al más amargado y eleva hasta el cielo al más soñador.

Ya es tradición que algunos sitios específicos se esmeren más que otros cuando de decorar se trata y son muchos los curiosos que se dan al menos una vuelta por ellos para ver qué novedad traen cada año.

Hudson Yards, Dyker Heights, el Rockefeller Center, el Hotel Peninsula y los barrios de Manhattan suelen ser los que más destacan.

En cuanto a los árboles más preciosos y famosos el del hotel The Palace, el de la Bolsa de New York y el de la Public Library se llevan todas las miradas.

Y en esta lista no puedo dejar por fuera a los impresionantes aparadores Bloomingdale’s, Bergdorf Goodman, Macy’s, Saks Fifth Avenue y Tiffany & Co. que crean cmuy planificados y tan bien ejecutados que pueden considerarse obras de arte.

Pero si ustedes son excelentes observadores, tal vez descubran, más allá de estos escenarios, otros sitios con detalles nunca antes vistos y que igual merecen ser reconocidos.

Si estoy olvidando alguno, por favor háganmelo saber.

Ya ven que no hace falta un plan súper elaborado, ni asistir a un gran evento para pasarlo genial en New York, con solo poner un pie afuera de tu casa tienes todo un interesante mundo para explorar y que es imposible no amar, especialmente durante esta hermosa época.