La panadería más famosa del mundo. Por algo será

El rinconcito newyorquino

“La historia de la panadería más famosa del mundo comienza en 1996 en una pintoresca esquina de adoquines en West Village  […].  El dulce olor de los pasteles, las galletas, las tartas y el pudín se desparramó por las calles y atrajo a todos” y así, en poco tiempo, ya era “un destino para lugareños y turistas por igual”.

Con mis palabras no hubiera podido darle una apropiada presentación a la maravillosa Magnolia Bakery, así que recurrir al recurso de la cita, me pareció lo mejor.

Una panadería icónica de la ciudad no podía quedar fuera de esta inmensa lista de rinconcitos que vengo compartiéndoles desde hace un par de años porque, aunque parezca raro para quienes vivimos aquí, lugares como estos siguen siendo desconocidos para muchos.

La razón por la que Magnolia Bakery terminó siendo el tema de hoy es porque hace unos días fue mi aliada para celebrar un cumpleaños muy especial.

Tanto el pastel como una parte de los snacks (o pasapalos, como los llamamos en mi país), los ordené allí.

Tres capas de bizcocho de chocolate cubierto con crema mantequilla del mismo sabor formaron el pastel perfecto y uno de los más deliciosos que he probado en mi vida.

Mientras que el resto de la mesa estaba cubierta de cupcakes de red velvet, galletitas con trozos de chocolate y los famosos, deliciosos y muy originales pudines de babana que son su best seller.

Nada extravagante, solo los elementos correctos para dejar invitados más que satisfechos y tan fans de Magnolia Bakery como yo.

Creo que no es necesario que le diga mucho más al respecto, quiero pensar que la mayoría de ustedes ya ha probado al menos uno de estos productos, pero para quienes no, solo debo recordarles que nunca se queden con las ganas y vayan lo más pronto posible a endulzarse un poquito más la vida.

IG: @magnoliabakery