Ramón Velásquez Gil.
Ciertamente, quizás sea yo el único que piensa así, o tal vez haya muchos que piensan como yo, con respecto a las armas, como defensa. Desde este punto de vista, siempre me ha parecido que las armas no tienen por qué ser un “tabu”.
Los malos del mundo..siempre se han fundamentado en la fuerza bruta y en la violencia de las armas…para doblegar a los débiles.
¿Cómo puedes combatir entonces a los malos si no es con la misma fuerza de las armas?.
Es por ello que, en los países más adelantados del mundo, las armas “ no son un tabú” y por ende, su Carta Magna contiene el derecho de cada ciudadano, aa poseer un arma como defensa, sea esta del calibre que sea.
Una persona armada, puede dominar a cien personas desarmadas. En esta ecuación se han fundamentado siempre los regímenes dictatoriales.
Es por ello que, a nuestros hijos, es conveniente enseñarles a estar familiarizados con las armas y a manejarlas. Erróneamente, hay muchos padres de familia los cuales piensan piensan que, enseñar a un hijo a manejar las armas, es enseñarles violencia o introducirlos al bajo mundo. Nada más desacertado.
Los problemas existenciales de aquellos protagonistas de tiroteos en escuelas o delincuentes comunes, se deben más bien a que nunca tuvieron padres que los familiarizaran con las armas y por esta razón, cuando tuvieron acceso a las mismas se sintieron con poder sobre las demás personas.
El familiarizar a nuestros hijos con las armas, no es solo enseñarlos a manejarlas sino tambien enseñarles el respeto a las mismas y al daño que pueden causar.
Muchísimos padres se alteran y muestran contrariedad, cuando los niños reciben armas de juguete como regalo.
Obviamente, existen juguetes que a simple vista son inquietantes: espadas, machetes, dagas y todos aquellos que incluso siendo juguetes pueden causar daño a un niño. Yo me refiero a símiles de armas de fuego. La verdad verdadera, es que estas no tienen ninguna incidencia en su conducta futura.
Son otros los motivos y razones por lo que un adolescente termina siendo un delincuente o desadaptado social.
Mis hijos siempre tuvieron acceso a las armas y aprendieron a usarlas desde temprana edad, en los viajes de cacería y pesca que realizábamos en familia. Para ellos, las armas no son tabú pero si las respetan pues conocen bien su funcionamiento y consecuencias.
El mundo del sistema comunista, que siempre han sido los malos, se ha fundamentado en las armas y en joder a los pueblos temerosos de las mismas. Pero cuando alguien los enfrenta, también con armas, como es el caso de Ucrania que le está dando a Rusia hasta en la cédula, queda evidente que no son todo lo temibles como se auto califican.
Es por ello que un pueblo sin miedo a las armas y consiente de su uso es un pueblo imbatible e inconquistable.
