Los Samaritanos del Desierto

Columnistas

Ramón Velásquez Gil

Ciertamente la naturaleza humana está diseñada para buscar siempre alguna forma de superación. En esta constante búsqueda, el ser humano asume riegos que, a veces, están por encima de sus posibilidades. Tal es es riesgo que asumen aquellos que en la búsqueda del sueño americano, intentan cruzar el a veces mortal desierto de Arizona.

Son muchos los que han quedado en el camino, agotados o muertos por la sed y el hambre pues o no estaban físicamente aptos para intentar tan peligrosa aventura. O simplemente, no acertaron en contratar un guía o coyote responsable.

Muchas veces es el mismo coyote quien los deja en el camino, abandonados cuando estos ya no pueden continuar. Sin embargo, cuando el coyote es una persona responsable, ante la imposibilidad de continuar algún inmigrante, este lo que hace es dejarlo en alguna brecha por donde pasa la policía de inmigración para que estos lo recojan y no muera en el camino.

Por otra lado, están también los “Buenos Samaritanos” del desierto. Siempre se ha dicho que el mundo, hay mucho más gente buena que gente mala, y esto es muy cierto.

En todo ese cúmulo de episodios que ocurren a diario en el desierto de Arizona, intervienen también estos grupos de samaritanos, integrados por ciudadanos americanos que, se dedican a dejarles agua y comida a las caravanas de inmigrantes, en las trochas por donde ellos transitan guiados por el coyote.

Si, estos extraordinarios seres humanos de los que poco se habla, existen en el desierto.

Ellos son organizaciones de ciudadanos americanos que, ante la elevada tasa de inmigrantes que mueren en el desierto, se dedican a dejarles agua, comida, zapatos y ropa a los inmigrantes en tránsito, en los lugares por donde pasan y en donde ellos ya saben que van sin agua y comida y con los zapatos y ropa destrozados.

Estos samaritanos han salvado muchas vidas y son un ejemplo de solidaridad para toda la humanidad.

Dios los bendiga.

Saludos