El informe publicado por los republicanos de la Cámara de Representantes expuso que los inmigrantes que entraron a EEUU desde 2021 obtuvieron permisos para permanecer dentro del país.
El Departamento de Seguridad Nacional dejó entrar a Estados Unidos a 2.148.738 inmigrantes indocumentados entre el momento de la toma de posesión del presidente Joe Biden y el 31 de marzo de 2023.
La investigaciónrevela que solo 6% de estos inmigrantes fueron sometidos a un control por temor a ser perseguidos en sus países de origen.
El informe también mostró que solo una pequeña parte de los inmigrantes que llegan a EEUU, concretamente 5.993, marcados para ser expulsados, fueron llevados ante un juez de inmigración y posteriormente deportados.
Estos datos contrastan con las promesas del Secretario Mayorkas de cerrar la frontera suroeste y expulsar rápidamente a los inmigrantes que ingresaron al país de manera irregular.
La acción del ICE ante la ola migratoria en EEUU
La crisis en la frontera obligó a algunos funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a abandonar las detenciones y expulsiones de inmigrantes, incluidos los que tienen antecedentes penales, para procesar a los recién llegados a la frontera sur.
El flujo constante de inmigrantes persiste, sobre todo en las zonas rurales poco pobladas de California.
Pueblos como Jacumbo Hot Springs, ubicados al este de San Diego, se convirtieron en focos de cruces de inmigrantes debido a las brechas en el muro fronterizo.
Samuel Schultz, empleado de una organización de asistencia a inmigrantes, informó que los agentes fronterizos están desbordados por el aumento de la llegada de inmigrante.
Según Schultz, los agentes dan prioridad a la entrada de mujeres y niños, preparándolos para su transporte a un centro fronterizo situado a unos 50 kilómetros de distancia.
La tensa situación de inmigrantes en la frontera sur
Los inmigrantes, procedentes de diversos países, suelen soportar duras condiciones mientras esperan su procesamiento. Una vez procesados, son puestos en libertad en Estados Unidos para proceder con sus casos de asilo.
La ciudad de Jacumbo se convirtió en mayo en un destino favorito para los que cruzan la frontera al acercarse la expiración del Título 42 de las leyes de expulsión.
Los críticos de Biden han tachado las instalaciones de procesamiento de severos campos de «detención», lo que ha provocado respuestas por parte de los funcionarios fronterizos.
En respuesta a la escalada de la crisis, el gobierno de Biden reveló recientemente sus planes de renunciar a 26 leyes para levantar 20 millas de muro fronterizo en el sur de la frontera.
Esta medida, citada como respuesta a una «necesidad aguda e inmediata», pretende impedir las entradas de inmigrantes a Estados Unidos.
