Acabar con «Quédate en México» no resuelve la difícil situación de los migrantes

Migración

El Protocolo de Protección al Migrante , conocido como«Quédate en México» , fue creado en 2019 por el Gobierno de Donald Trump, y obligaba a miles de migrantes a esperar en suelo mexicano la resolución judicial sobre sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.

Se trata de un programa de inmigración controvertido, que ha provocado denuncias de numerosas organizaciones de derechos humanos. El martes 25.10.2022, el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció la finalización de esa norma.

«Es un programa que violenta la Convención Internacional del Refugio y la Ley de Migración, porque pone en peligro a personas que salen huyendo de sus países, dejándolas en las zonas más peligrosas de México. Siempre fue un programa inhumano», declaró Eunice Rendón, Coordinadora de la oenegé Agenda Migrante, de México, y consultora internacional en Seguridad y Migración.

Según Human Right Watch, cerca del 80% de las personas migrantes en la frontera México-EE. UU. han sufrido algún tipo de delito, como abuso, extorsión o violación. El Comité Internacional de Rescate informa que el programa ha impactado en las vidas de 75.000 migrantes, que fueron devueltos a México mientras esperaban que se procesara su petición de asilo en los tribunales estadounidenses, «violando el derecho de las personas da buscar asilo».

Además, critica la experta, «EE. UU. le dejó toda la tarea a México sin darle nada a cambio, al menos no públicamente». Y señala que «los que más se ocuparon de esas personas fueron asociaciones de la sociedad civil y personas religiosas».

¿Qué pasará ahora con los migrantes que aún están en México? «Al cancelarse el programa, los migrantes que esperan sí podrán pasar a EE. UU., pero a goteo. Algunos seguirán esperando, incluso en centros de detención, pero al menos se les dará refugio en EE. UU., como dicta la ley internacional». La Secretaría de Relaciones Exteriores de México, por su parte, aseguró que «seguirá garantizando su adecuada estancia y protección en territorio nacional en esta etapa de terminación de la implementación».

Título 42, proceso expedito de deportación de migrantes

Aunque la situación humanitaria de los migrantes en la frontera norte de México no se resolverá de la noche a la mañana por el cese de QEM, Eunice Rendón alerta que a eso se suma otro problema: la expansión de la norma llamada Título 42 a los migrantes venezolanos que lleguen por tierra, anunciada el 12.10.2022 por Biden.

La medida, implementada por el Gobierno de Donald Trump a fin de frenar la propagación del COVID-19, elimina el derecho a solicitar asilo bajo las leyes de EE. UU., justificando ahora la expulsión inmediata a México de venezolanos. Según la OIM, aumentó la llegada de venezolanos por tierra debido a la visa que implementó México en enero, que les impide llegar por avión.

La norma contempla que EE. UU. recibirá solo hasta 24.000 ciudadanos de Venezuela al año, y bajo ciertas condiciones: que no hayan cruzado irregularmente México, Panamá, o la frontera de EE. UU., que estén vacunados contra el COVID-19, que pasen por revisiones de seguridad y que cuenten con un patrocinador en EE. UU. que los reciba y pueda mantenerlos.

«Me preocupa que nos den gato por liebre. Se eliminó ‘Quédate en México’, pero ahora simplemente devuelven a esas personas sin que haya proceso de por medio, y sin pruebas de que estuvieron en EE. UU. No pueden presentar sus casos», advierte Eunice Rendón. Según la OIM, la expansión del Título 42 va «en contra de las normas internacionales».

La organización llamó la atención sobre la saturación de la frontera norte de México para acoger a los migrantes expulsados.

En septiembre, la migración desde Venezuela, Cuba y Nicaragua a la frontera entre EE. UU. y México llegó a niveles récord, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP): más de 2,7 millones de migrantes indocumentados fueron detenidos, un 37,1% más que en 2021.

Para Rendón, «la idea es que los venezolanos se autodeporten», y eso pone en una situación muy compleja a la gente que, en su mayoría, «viaja hacia Estados Unidos con su unidad familiar, es decir, que hay gran cantidad de niños, cerca de un 40% de los migrantes en la frontera norte de México son niños». Se trata de un fenómeno que requiere de políticas humanitarias para una población que está en alto riesgo y es muy vulnerable, recalca.

En cuanto a la polémica militarización de las fronteras en México, dice que «solo ha servido para enriquecer a los grupos del crimen organizado involucrados en el tráfico de personas. Ha fortalecido a los malvados y perjudicado a los más vulnerables».