Los mandatarios de Estados Unidos, México y Canadá acordaron en la Ciudad de México trabajar juntos “para lograr una segura, ordenada y humana en la región”, anunció la Casa Blanca en un comunicado este martes.
Los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, celebraron una cumbre en la capital mexicana para hablar, entre otros temas, de inmigración, comercio, cambio climático y combate al tráfico de drogas.
“En particular, Estados Unidos, México y Canadá seguirán defendiendo la expansión de vías legales y otras medidas humanitarias para abordar la migración irregular en la región”, se lee en el comunicado.
Uno de los principales puntos del acuerdo fue el anuncio de la creación de un sitio digital con acceso a información respecto a vías legales disponibles para emigrar hacia los tres países, iniciativa que Estados Unidos utiliza desde abril del año pasado para recibir a inmigrantes procedentes de Ucrania y Venezuela, y desde la semana pasada a cubanos, haitianos y nicaragüenses.
La estrategia exige que los beneficiarios estén en sus países de origen, sean pedidos por patrocinadores que tengan un estatus legal de permanencia legal en Estados Unidos, pasen verificaciones de identidad y de antecedentes criminales, reciban autorización para viajar y lo hagan por vía aérea con un pasaporte válido.
El plan tripartito acordado entre las partes y que fue anticipado la mañana de este martes por varios medios, incluye la adopción de lo que definen como “pasos prácticos para mejorar la coordinación y abordar las causas profundas de la migración irregular” que se registra en la región y que ha alcanzado un tráfico sin precedentes de inmigrantes que huyen de sus países en busca de asilo, principalmente en la frontera sur de Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo que el nuevo acuerdo se suscribe a seis meses de la celebración de la llamada Cumbre de Los Ángeles, celebrada en junio del año pasado em California donde los tres mandatarios, junto a otros líderes latinoamericanos pero sin la presencia de los presidentes de los principales países generadores de inmigrantes, entre ellos Venezuela, Nicaragua, Cuba y El Salvador, se comprometieron a unificar esfuerzos para detener el flujo de migrantes.
En esa ocasión, además, el gobierno de Washington dio a conocer resultados de la ‘Operación Sting’, un plan que se venía implementando en secreto con la participación de unos 1,300 agentes federales, y también policías y tropas de México, Centroamérica y Sudamérica para ubicar y detener a organizaciones dedicadas al tráfico de inmigrantes hacia Estados Unidos.
Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que unos 2,000 traficantes de personas (coyores) habían sido detenidos y procesados.
