Defensores de derechos de los inmigrantes, y grupos de apoyo, están dispuestas a colaborar con la llegada masiva de inmigrantes en autobuses, desde Texas, a la Ciudad de Nueva York.
Desde mayo pasado el gobernador de Texas, Greg Abbott, decidió enviar buses, con miles de inmigrantes a Washington, DC; y a Nueva York. En lo que ha sido considerado como una ofensiva electoral, y con ello revolver la reacción antiinmigrante. Abbot tendría la mira en las próximas elecciones de noviembre.
La indignación hacia el gobierno de Abbott, se exacerbó mucho más por el uso de brazaletes con códigos de barras a los inmigrantes. «Es un abuso inhumano”, sentenció el religioso Dwight Lee Wolter, de la Iglesia Congregacional de Patchogue. “Es un abuso de la dignidad humana, tratar a las personas como peones en sus juegos políticos”, concluyó.
Grupos de asistencia a inmigrantes en Long Island aún no han estado en contacto con ninguno de los inmigrantes recién llegados que, en su mayoría, instalados en refugios para personas sin hogar del gobierno de NYC. Sin embargo, afirma que solo es cuestión de tiempo antes de que algunos comiencen a llegar a los condados de Nassau y Suffolk y busquen su ayuda.
Durante décadas, Long Island ha servido como un importante punto de llegada para los inmigrantes latinos, especialmente de América Central, desde la década de los 1980’s, en constantes olas migratorias que no se han detenido por más de 4 décadas.
“Nueva York ha sido un histórico receptor de inmigrantes que entran desde desde la frontera, forma parte de la historia del estado”, dijo Patrick Young, uno de los directores de la Coalición de Inmigración de NY.
En ese sentido, Long Island ha sido testigo de la entrada de millones de personas que huían de la persecución en sus países de origen desde América Latina, desde la década de 1980. Y seguramente algunos de los nuevos migrantes, terminarán en las calles de esta populosa zona.
Los recién llegados huyen de la violencia, la pobreza y en muchos casos, de la persecución política en sus países de origen. Estados Unidos tiene la tradición de ser el refugio seguro de muchas personas que necesitan vivir el sueño de paz, oportunidad, libertad.
Aparentemente, la mayoría solicitó asilo político después de cruzar la frontera, afirmando que enfrentan persecución en sus países de origen, dijo Young, quien recientemente se reunió con los inmigrantes que llegaron en uno de los autobuses a la terminal de la Autoridad Portuaria, en Manhattan.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debe determinar si los migrantes tienen un temor razonable de ser perseguidos para que sean procesados y liberados, en espera de audiencias judiciales en lugar de ser detenidos y deportados, dijo Young.
“Estas no son personas desconocidas para el gobierno federal”, dijo Young. Aunque ellos son libres de viajar por el país mientras sus casos pasan por el sistema de inmigración, las autoridades por lo general rastrean sus ubicaciones.
En este punto, como se reportó la semana pasada, el gobierno de Biden está preparando un ID para estos inmigrantes, con el objeto poder identificarlos y tener un seguimiento continuo de ellos.
La directora ejecutiva del Centro de Refugiados Centroamericanos, CARECEN,Elise de Castillo, con sede en Hempstead, declaró que los migrantes que llegan a la terminal de la Autoridad Portuaria, de NYC, están “conmocionados. No hay quien los espere”.
CARECEN ofrece servicios legales a inmigrantes, incluso para casos de asilo político, junto con clases de inglés y programas de preparación laboral, dijo de Castillo. CARECEN está listo para ayudar a cualquiera de los recién llegados.
“Existe la capacidad de proveer los servicios cuando lleguen. Es solo una cuestión de tiempo», declaró Castillo
El Ejecutivo del Condado de Nassau, Bruce Blakeman, dijo que el condado “evaluará las necesidades de cualquier persona que pueda necesitar asistencia de emergencia caso por caso”.
