Los libros me parecen una de las cosas más mágicas que existen, de las mejores evidencias del ser humano en este mundo y la ventana más grande para la imaginación.
Algo que constantemente me sigue sorprendiendo es como, a estas alturas, los libros (en físico) no han quedado obsoletos en medio de tantos avances tecnológicos, sino más bien, al contrario, cada vez son más buscados y genuinamente apreciados.
Supongo que en esto entra mucho en juego la nostalgia y, como los libros son un perfecto reflejo de sus tiempos, para la mayoría es un viaje a un pasado que ninguna otra cosa se lo puede dar.
En vista de esto, he notado que las pequeñas librerías están teniendo más relevancia ya que suelen ser como esos baúles que resguardan las más extrañas, fascinantes y limitadas joyas literarias que son tan buscadas o que esperan a ser descubiertas.
Precisamente hace unas semanas, abrió en Geenpoint uno de esos maravillosos rinconcitos, llamado Burnt Books.
Como si se tratara de un bar clandestino, este lugar se camufla con la fachada de una bodega y solo si eres muy curioso y te hace ruido el llamativo grafiti en la acera, sabrás que estás ante algo más interesante que un sitio de artículos para el hogar.
Jason Mojica, el propietario (quien también es dueño de la cercana tienda Hey Kids Comics!), se asoció con el dueño de Green Discount Corp. (la bodega) para cumplir su sueño de abrir esta librería y ahorrarse gastos de alquiler y así, hasta ahora, todo parece marchar con éxito.
Si alguno de ustedes es amante de los libros, supongo que está ansioso por visitar Burnt Books ya mismo.
La verdad, con su extraordinario horario de 8:30 am a 9 pm de lunes a viernes y sábados y domingos de 9 am a 9 pm, tiene la flexibilidad de tiempo suficiente para ajustar sus rutinas como mejor les parezca y acercarse de vez en cuando este rinconcito que lo merece demasiado.
Ahora tengo la curiosidad: ¿conocen otros rinconcitos de este tipo en New York?
IG: @burnt_books_