El Coney Island Cyclone permanecerá cerrado indefinidamente después de que la icónica montaña rusa presentara un mal funcionamiento el jueves y los pasajeros tuvieran que ser evacuados.
El tren de la montaña rusa de madera, que tiene casi un siglo de antigüedad, se quedó atascado en los rieles a mitad del recorrido el jueves. El personal de Luna Park, que opera la histórica montaña rusa, escoltó a los pasajeros fuera de las empinadas y destartaladas vías y detuvo indefinidamente el funcionamiento de la atracción, a la espera de reparaciones.
Luego, el Departamento de Edificios de la ciudad (DOB) inspeccionó el Cyclone el viernes y encontró en Luna Park violaciones al código; la atracción no puede reabrir hasta que el parque las solucione y pase una inspección del DOB.
El DOB dijo que la atracción había funcionado mal debido a una “grieta en la rueda dentada de la cadena” y que Luna Park había recibido infracciones que incluían no realizar el mantenimiento de la atracción y no informar a la ciudad de manera oportuna.
Un portavoz de Luna Park señaló que la montaña rusa de 97 años de antigüedad se mantiene “meticulosamente y se prueba a diario” y dijo que las evacuaciones por seguridad no son poco comunes.
“Reabriremos la montaña rusa Cyclone cuando se complete la reparación y la atracción pase la inspección del DOB”, dijo el portavoz del Luna Park.
El Cyclone abrió en 1927 durante el apogeo de Coney Island, y su larga historia refleja la del People’s Playground. A mediados del siglo XX, la montaña rusa se había deteriorado a la par de los parques de atracciones de Coney Island, y estaba destinada a ser demolida hasta que fue rescatada en la década de 1970. La atracción ha tenido problemas y ha dejado de funcionar varias veces desde entonces.
El domingo, los visitantes de Coney Island encontraron la taquilla de venta de boletos de Cyclone cerrada, la entrada de la atracción cerrada y el familiar sonido de traqueteo de la montaña rusa subiendo por las vías, seguido de gritos de alegría visiblemente ausente.
Clark Ivers y Yasmine Larasati, quienes llegaron a Coney Island el domingo desde sus hogares en Bed-Stuy y Crown Heights, se sintieron decepcionados porque el paseo se suspendió, pero aliviados de no haber terminado en el desafortunado paseo del jueves.
“Me siento aliviada de que no me haya pasado eso”, dijo Ivers. “Ella es adicta a la adrenalina, pero yo no, y esto estaba en su lista de cosas por hacer desde hace tiempo”.
“Pero sí, me gustaría poder hacerlo. Es un poco molesto”, continuó. “Sabes, es como algo icónico, es lindo tacharlo de la lista de cosas por hacer y ahora no puedo”.
Otra residente de Brooklyn que visitó Coney el domingo, Shatoya Artis de Sheepshead Bay, dijo que nunca había viajado en el Cyclone en parte porque cree que el recorrido (con casi 100 años de antigüedad, siendo “mayor que mi abuela”, como le dijo a amNewYork Metro) no es seguro.
“La madera no parece estable. Y, ya sabes, sería prudente cambiar las cosas de madera… porque no es nada segura”, comentó Artis. “No ha sido segura durante años. Todos tienen miedo. Se suben a esta atracción específicamente porque tienen miedo de que no sea segura”.
Aún así, Artis dijo que estaría dispuesta a utilizar el Cyclone una vez que se realicen las reparaciones y si el parque puede demostrar que el paseo es seguro.
“¿Por primera vez en mi vida? Sí”, dijo. “Después de que hicieron un gran trabajo para arreglarlo y garantizar la seguridad de todos, por supuesto. Pero creo que nunca lo hicieron, hasta que sucedió algo
