Nicaragua rompió relaciones con el Vaticano

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El régimen de Daniel Ortega, en una demostración de su rechazo a la Iglesia Católica, ha ordenado la ruptura de relaciones diplomáticas con la Santa Sede, y le dio al representante de la Nunciatura en Managua una semana para irse del país».

De esta manera Nicaragua se convierte apenas en el 13º país, cuatro de ellos comunistas, que no tienen relaciones con la Santa Sede

El Papa los calificó de “dictadura hitleriana

La decisión fue tomada  unas horas después de publicarse una entrevista en la que el Papa Francisco calificó como una «dictadura hitleriana» al Gobierno de Nicaragua, de cuyo máximo dirigente, Daniel Ortega, comentó que padece «un desequilibrio».

Fue  la primera vez que Papa se refirió de forma tan contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica, el último de ellos hacia el obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión, acusado de traición a la patria: «Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», declaró Francisco en referencia a la decisión de Álvarez de no abandonar el país como sí hicieron, de manera forzada, 222 presos políticos.

115 años de relaciones diplomáticas

De esta manera, Ortega y Murillo pondrán fin a un vínculo diplomático de al menos 115 años, ya que las relaciones entre Nicaragua y la Santa Sede nacieron en 1908. Sin embargo, la convivencia entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua ha estado marcada por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.

Nicaragua ingresará además a un reducido grupo de trece países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, cuatro de ellos tienen Gobiernos comunistas —Vietnam, Corea del Norte, China y Laos— y ocho son musulmanes —Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, Islas Comores, Brunéi, Afganistán y Arabia Saudí—, el otro es Bután, un reino budista en el sur de Asia.

De acuerdo con la fuente diplomática consultada por ‘Confidencial’ en Roma «al representante de la Nunciatura en Managua le dieron una semana para irse del país».