Cheesecake al horno

Sabores

¡Tú espacio Sabores te desea un feliz fin de semana! En esta oportunidad les mostraremos los pasos para esta espectacular receta.

Ingredientes

  • 90 gr de galletas
  • 45 gr. de mantequilla
  • 250 g de fresas frescas
  • 175 gr. azúcar
  • 1/4 zumo de limón
  • 1 cucharada de maizena (harina de maíz)
  • 400 gramos de queso crema
  • 350 gr. leche condensada
  • 3 huevos

Preparación

Tritura las galletas y lo mezclas con la mantequilla derretida, hasta que todas las galletas estén engrasadas. Echas esta mezcla en el fondo del recipiente que vayas a utilizar, ha de ser apto para el horno, y aplasta bien para que quede uniforme la base de la tarta. Una vez lo tengas, lo metes en la nevera mientras tanto.

Separa las yemas de las claras, reserva estas últimas.

En el vaso de la batidora pones las yemas, el queso, la leche condensada y la cucharada de maicena. Bate hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados y obtengas una crema homogénea.

En un bol a parte montas las claras a punto de nieve y cuando estén listas, lo mezclas con la crema de queso que hemos preparado. Mézclalos con movimientos envolventes para que no se bajen y de cuerpo como textura a la crema de queso.

Una vez lo tengas, sacas el molde de la nevera y vuelcas el contenido sobre las galletas de la base. Puedes colocar una cuchara sobre la base y volcar el contenido sobre ella para que no se levanten las galletas.

Lo metes en el horno precalentado previamente a 180º durante unos 50 minutos. En mi caso, como el molde era más alto, lo he dejado unos 60 minutos aproximadamente; la clave de saber si está lista es comprobar que el centro de la tarta esté firme.

Mientras tanto, hemos preparado una mermelada de fresas para echar un poquito por encima y que tenga ese toque de dulzura y acidez de las fresas. Sin las fresas también les tengo que decir que está impresionante.

Otra opción que os puede resultar útil es preparar una gelatina de fresas y colocarla sobre la tarta, lo dejas enfriar y listo.

Una vez que la tarta esté lista, la dejas enfriando en el horno para que no se baje. Después, sólo tienes que meterla en la nevera para que esté bien fresquita, nosotros lo hemos dejado de un día para otro, el resultado es sensacional.