Para un envejecimiento saludable, no cabe duda de que uno de los pilares fundamentales es la alimentación. Podemos entender que una dieta saludable va a tener un impacto positivo, tanto vista de forma conjunta como atendiendo a nutrientes y alimentos específicos, algo que venimos revisando regularmente en este espacio.
En un estudio reciente publicado en la revista Nature Medicine, un equipo de investigadores ha identificado los patrones dietéticos que promueven un envejecimiento saludable.
El estudio se basa en datos longitudinales de dos grandes cohortes estadounidenses: el Nurses’ Health Study y el Health Professionals Follow-Up Study, abarcando un período de 30 años.
¿Qué dieta es mejor?
Este estudio se centró en evaluar la adherencia a ocho patrones dietéticos saludables y el consumo de alimentos ultraprocesados en relación con medidas de salud cognitiva, física y mental, así como la capacidad de vivir hasta los 70 años sin enfermedades crónicas.
Se partió de los datos recogidos en cuestionarios de las cohortes mencionadas, para recopilar datos sobre la dieta y la salud de los participantes desde 1986 hasta 2016.
La muestra incluyó a 105.015 participantes, de los cuales el 66% eran mujeres con una edad media de 53 años.
Se consideró envejecimiento saludable el sobrevivir hasta la edad de 70 o 75 años sin la presencia de alguna de las 11 enfermedades crónicas más frecuentes y sin deterioro de la función cognitiva, la función física o la salud mental.
Se evaluaron ocho patrones dietéticos:
- Alternative Healthy Eating Index (AHEI): Enfocado en la prevención de enfermedades crónicas, incluye alta ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas, nueces y legumbres
- Alternative Mediterranean Index (aMED): Similar a la dieta mediterránea tradicional, enfatiza el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva y una ingesta moderada de vino
- Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH): Diseñado para reducir la presión arterial, incluye frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa, y limita el consumo de sodio
- Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay (MIND): Combina elementos de las dietas mediterránea y DASH, enfocándose en alimentos que promueven la salud cerebral, como verduras de hoja verde, bayas, nueces y pescado.
- Healthful Plant-Based Diet (hPDI): Prioriza alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, cereales integrales, nueces y legumbres, con una ingesta mínima de productos animales.
- Planetary Health Diet Index (PHDI): Diseñado para la sostenibilidad ambiental, incluye alta ingesta de alimentos de origen vegetal y una ingesta moderada de productos animales saludables.
- Empirically Inflammatory Dietary Pattern (EDIP): Enfocado en reducir la inflamación, incluye alimentos antiinflamatorios como frutas, verduras, cereales integrales, nueces y pescado.
- Empirical Dietary Index for Hyperinsulinemia (EDIH): Diseñado para controlar los niveles de insulina, incluye alimentos que tienen un bajo impacto en la insulina, como frutas, verduras, cereales integrales y nueces
Datos sorprendentes
De los 105.015 participantes, solo 9.771 (9,3%) lograron un envejecimiento saludable. Menos del 10% de la población alcanza la edad de 70 años libre de enfermedad y/o limitación funcional, cognitiva o mental.
Este es un dato que puede sorprender, pero que va en línea con los datos publicados por diferentes organismos.
El AHEI mostró el efecto más positivo, con una probabilidad un 86% mayor de alcanzar un envejecimiento saludable para el 20% de sujetos que la seguían más rigurosamente frente al 20% que se ajustaba menos a este patrón.
Cuando el umbral de edad para el envejecimiento saludable se ajustó a 75 años, el AHEI mostró una asociación aún más fuerte, con una probabilidad un 124% mayor.
Es decir, cuanto mayor sea la adherencia a la dieta saludable, mayor será la probabilidad de retrasar las enfermedades relacionadas con el proceso de envejecimiento.
Los investigadores encontraron que una mayor ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas, nueces, legumbres y productos lácteos bajos en grasa se vinculaba con mayores probabilidades de envejecimiento saludable (básicamente, los parámetros clásicos de una dieta “prudente” y, en general, los de todos los patrones dietéticos analizados en este estudio).
Por el contrario, una mayor ingesta de grasas trans, sodio, bebidas azucaradas y carnes rojas o procesadas se asociaba con menor probabilidad de envejecimiento saludable.
El estudio también reveló que los participantes en el quintil más alto de adherencia a los patrones dietéticos saludables tenían características demográficas y de estilo de vida que contribuían a su salud general.
Estos participantes tendían a tener un nivel socioeconómico más alto, mayor actividad física, mayor consumo de complementos alimenticios, menor índice de masa corporal (IMC) y menor prevalencia de depresión en comparación con aquellos en el quintil más bajo.
La dieta es uno de los factores de riesgo conductuales más importantes para las enfermedades no transmisibles y la mortalidad. Este estudio destaca la importancia de adoptar patrones dietéticos saludables desde una edad temprana para mejorar la calidad de vida en la vejez.
La importancia de la dieta
Los resultados de este estudio son consistentes con investigaciones previas en otras poblaciones, como Francia, Australia, China e Israel. En estos estudios, la adherencia a dietas mediterráneas y otros patrones dietéticos saludables también se asoció con mayores probabilidades de envejecimiento saludable.
Este es un mensaje que llevamos transmitiendo hace años: Moverse regularmente y seguir un patrón dietético saludable son pilares básicos.
Sobre ellos, con la medicina preventiva para el envejecimiento saludable, podemos afinar de forma personalizada para aumentar aún más las probabilidades de alcanzar los 70 años en buena salud.