Cómo dormir profundamente y sin despertar en toda la noche

Salud

El sueño, dormir, es un factor importantísimo que influye de manera directa en nuestra salud.

Dormir bien, descansar, es fundamental para que el organismo funcione perfectamente. Vamos a ver una serie de trucos para dormir profundamente y durante toda la noche parar empezar el día de la mejor manera.

Neurólogos especialistas aseguran que el 48% de la población adulta no tiene un sueño de calidad y que el 35% padece insomnio. Datos son bastante preocupantes y en muchas ocasiones esto es provocado por ciertos motivos o malos hábitos.

Dar vueltas en la cama y no conseguir dormir suele ser desesperante, pero hay formas de ponerle remedio y los siguiente consejos pueden ayudar:

Dejar de usar el celular antes de irnos a dormir

Una de las causas por las que nos cuesta conciliar el sueño suele ser el uso del celular u otros gadget electrónicos justo antes de irnos a dormir.

El empleo de tablets o celulares activan el cerebro impidiendo que este se relaje.

Dejar de utilizar esos aparatos dos horas antes de irnos a dormir ayuda a dormir mejor. Además, si optas por leer un libro en el momento antes de irte a la cama, notarás una gran diferencia.
Hacer ejercicio durante el día

La actividad física diaria ayuda a dormir mejor por las noches. Eso sí, hay que evitar hacer ejercicio intenso entre 4 y 6 horas antes de irnos a dormir debido a la liberación de endorfinas.
El exceso de ejercicio puede provocar que nos cueste más conciliar el sueño.

Establecer una rutina para dormir y levantarnos

Para conseguir un sueño reparador y de calidad es necesario establecer ciertas rutinas y horarios para dormir y levantarnos.
Levantarnos y acostarnos siempre a la misma hora, ayuda a dormir profundamente y del tirón durante toda la noche porque acostumbramos a nuestro organismo a ello.

Evita las siestas largas

Muchas veces estamos tan cansados por haber madrugado tanto que cometemos el error de echarnos siestas que duran horas.

Numerosos estudios médicos aseguran que el tiempo correcto para una siesta reparadora es de entre 15 y 30 minutos. Pasado ese tiempo puede ser contraproducente, provocando que llegada la noche se nos haga imposible dormir tranquilamente.

Aromaterapia ayuda con un largo sueño

La aromaterapia puede ser un muy buen recurso para ayudarte a descansar. Ventilar correctamente la habitación y utilizar un difusor con aceites esenciales como la manzanilla o la lavanda ayudaran a relajarte y a dormir profundamente durante toda la noche.

Cuidar la alimentación

Llevar una alimentación saludable está estrechamente relacionado con el descanso. Una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras hará que descansemos mejor.

Para un sueño reparador hay que evitar las cenas copiosas y hacerlas 2 horas antes de ir a la cama. Una cena abundante puede ser un motivo por el que te mantengas despierto.

Las cenas deben ser ligeras y en ellas puedes incluir alimentos que favorecen el aumento de la melatonina y la serotonina como son los huevos, las legumbres, los lácteos, los frutos secos, el arroz o las verduras.

Además, evita el consumo de alcohol y cafeína, ya que tienen efectos estimulantes y pueden tardar varias horas en desaparecer interrumpiendo nuestro descanso.

La postura correcta

Dormir de lado o boca arriba hace que podamos dormir profundamente debido a la buena colocación de la espalda. En ambas posturas la columna vertebral se encuentra bien apoyada y esto permite que los músculos se relajen y nos ayude a dormir mejor.

Música para dormir profundamente y relajarse

Escuchar música relajante antes de ir a dormir es uno de los mejores trucos para dormir profundamente.
Hay multitud de plataformas como Spotify o YouTube donde podrás encontrar infinidad de música relajante. Escuchar el mar, la lluvia o el sonido de la naturaleza hace que nos relajemos y durmamos cómodamente.

De hecho, a los bebes se les suele poner ruido blanco para calmarlos y conseguir que duerman.

Un entorno relajado

La habitación donde dormimos debe tener ciertas cualidades para que nos cueste menos conciliar el sueño.

El color de las paredes puede intervenir de manera directa en nuestro descanso. Los colores como el morado o el rojo estimulan la mente y provocan problemas para dormir. En cambio, colores como el azul o el amarillo ayudan a la relajación y, por tanto, a tener un sueño reparador.

También ayuda a conciliar el sueño, tener un ambiente fresco y oscuro, además de dormir en un buen colchón y con una buena almohada.