Cualidades para que se pueden aprender para ser mucho más asertivos

Salud

Las personas muy a menudo piensan que la asertividad implica defenderse, decir lo que piensa y siente. Si esa fuera la historia completa, la segunda declaración tal vez podría considerarse asertiva. Pero la segunda declaración en realidad se considera agresiva porque se dice de una manera exigente, lo que dificulta que la persona en el extremo receptor la asimile y escuche el mensaje.

La primera declaración intenta ser asertiva, pero se queda corta porque su naturaleza pasiva hace que sea demasiado fácil para el destinatario descartar el mensaje que se está diciendo. No suena importante, aunque lo más probable es que lo sea.

Piensa en la asertividad en un continuo: en un extremo te encuentras con demasiada debilidad y el mensaje no se toma en serio, y en el otro extremo te encuentras con demasiada fuerza y la otra persona puede ponerse a la defensiva. La asertividad no cae en ninguno de los extremos, sino justo en el medio.

Esto es lo que realmente es la verdadera asertividad: expresar tus sentimientos y necesidades de una manera amable y respetuosa que los haga más propensos a ser escuchados.

La asertividad requiere habilidad y práctica. No es algo que le resulte fácil a la mayoría, así que si esto es difícil para ti, debes saber que tus habilidades pueden fortalecerse. Una de las formas más impactantes de desarrollar habilidades de asertividad es comenzar a tomarte más en serio tus propios sentimientos y necesidades emocionales. Pero esto no es algo natural para las legiones de personas que crecieron con negligencia emocional infantil.

La negligencia emocional infantil daña la asertividad

Ser asertivo requiere que sepas cómo te sientes y lo expreses de una manera saludable. Es bastante difícil hacer esto si creciste en un entorno en el que no hablabas de sentimientos.

Si creciste en un hogar que ignoró, minimizó o descartó tus emociones (negligencia emocional infantil), es muy probable que hoy tengas problemas con la asertividad. Como niño emocionalmente descuidado, te perdiste aprender algunas lecciones importantes sobre tus sentimientos y cómo funcionan. Tus padres no atendieron tus emociones, lo que te hizo creer que tus emociones no son importantes. No aprendiste las habilidades para expresarte, incluido el lenguaje emocional para hacerlo.

Asertividad en acción

1. Toma conciencia de tus sentimientos en el momento en que ocurre una situación. Saber cómo te sientes antes y después es útil, pero, para ser asertivo, debes ser capaz de identificar tus sentimientos en medio de los encuentros.

La música ha estado sonando fuerte toda la noche, y se está haciendo tarde. Te das cuenta de que te sientes caliente con una oleada de energía que te dice que actúes. Identificas tu sentimiento como enojo.

2. Conoce y confía en que tus sentimientos y pensamientos son válidos y merecen ser escuchados por los demás.

Te dices a ti mismo que tus sentimientos de enojo son válidos. Son las 2 a.m. y tienes que levantarte temprano en la mañana.

3. Cuando estás herido o enojado (o cualquier otra emoción posible), es importante que manejes tus sentimientos para poder expresarlos con palabras. Esto implica primero identificar y validar tus sentimientos internamente, para que puedas expresarte mejor externamente.

e tomas unos minutos para ti mismo antes de reaccionar. Bebes un vaso de agua y respiras hondo para calmarte.

4. Intenta comprender a la otra persona (o personas) involucradas. ¿Qué podrían estar sintiendo?Entiendes que es probable que tus vecinos se lo estén pasando en grande y que no estén siendo maliciosos al escuchar música a todo volumen.

5. Ten en cuenta tu entorno, la situación y el escenario. Piensa en cómo te gustaría comunicar tu mensaje. Tú decides que puedes caminar hasta la cerca y hablar en persona o por teléfono. También debes tener en cuenta que esto ha estado sucediendo varias veces al mes durante los últimos meses.

Una vez que reúnas estas habilidades, podrás expresar cómo te sientes y lo que necesitas de una manera que los demás puedan escuchar. Cuando hablas de una manera que no es demasiado débil o demasiado fuerte, es más probable que te encuentres con comprensión y tal vez incluso que se satisfagan tus necesidades.

Entonces, dices,

Parece que te estás divirtiendo mucho allí, pero tengo problemas para conciliar el sueño con la música a todo volumen. ¿Podrías bajar la música alrededor de la medianoche a partir de ahora? Realmente lo agradecería ya que tengo trabajo por la mañana.

La comunicación asertiva implica combinar varias habilidades en una sola. Estas habilidades se pueden desarrollar con el tiempo. Puedes utilizar las sugerencias a continuación como ayuda.

Cómo desarrollar tus habilidades de asertividad

Haz chequeos diarios de los sentimientos. Hazte estas preguntas: ¿cómo me siento en este momento? ¿Por qué podría estar sintiéndome de esta manera? ¿Dónde siento esto en mi cuerpo? ¿Hay algo que necesite?

Tus sentimientos están ahí para ayudarte. Cuando escuchas y valoras tus emociones, comprenderás mejor cuándo necesitas afirmarste. Tus sentimientos te dan energía y motivación para comunicar lo que necesitas.

El lenguaje emocional es importante. Tal vez conozcas sentimientos como feliz, triste y enojado, pero hay una variedad de palabras emocionales que se pueden usar para tu ventaja. Ampliar tu vocabulario emocional te ayuda a comprender mejor tus sentimientos y vocalizarlos a los demás.

Conoce tu valía. Cada vez que decides hablar por ti mismo, te envías el mensaje a ti mismo y a los demás de que eres importante.

No lo harás bien cada vez, y está bien. Los beneficios de trabajar en estas habilidades de asertividad son grandes. Después de un poco de práctica, pronto descubrirás más facilidad para comunicarte, mayor conciencia y mayor confianza.

En lugar de vivir según el credo que tus padres, desafortunadamente, te enseñaron: «Mis sentimientos no importan», seguirás un credo más realista, más significativo y más amoroso: «Mis sentimientos pueden no ser la realidad, pero son mi realidad. Así que importan».