La salud emocional es relevante para mantener una buena salud física. Se refiere al bienestar psicológico general, es decir, como nos sentimos nosotros mismos y con los demás. Se enfoca en las emociones negativas que tenemos que controlar y las emociones positivas que debemos cultivar.
La buena salud emocional no es solo la ausencia de problemas de salud mental. Se refiere a la presencia de características positivas como confianza, alta autoestima, capacidad para lidiar con las adversidades que se presenten, gusto por la vida, sonreír, construir y mantener buenas relaciones con los demás y capacidad de adaptarse a los cambios.
Uno de los factores claves es la resiliencia y la gratitud, además de, no preocuparse innecesariamente por el fututo.
Mejorar la salud emocional puede ser una experiencia gratificante y muy beneficiosa, en todos los aspectos de la vida.