Tendencias pasadas de temporada que hoy se reciclan

La casita Trendy

Los colores en neón (sobre todo el verde y el amarillo) aparecieron como alternativa ya desde hace tiempo. Esta temporada, Christian Siriano sorprendió con una colección completa en flúor, una tendencia que experimentaron firmas como Balenciaga, Jacquemus y Off White, y que instalaron celebridades como Kendall Jenner, Billie Eilish y Rihanna.

El verde lima o amarillo verdoso en neón persisten en las pasarelas de todo el mundo gracias al renacimiento de la estética Y2K. 

Versace y Prada adoptaron el color de alguna manera, ya sea en accesorios o detalles, mientras que Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, también lo incorporó en la pasarela. 

Las colecciones masculinas de Dior y Louis Vuitton también integraron el color it en sus prendas.

Sporty, Puma presentó una selección de looks de las temporadas actuales y futuras, así como piezas personalizadas, curadas por la diseñadora y directora creativa de la firma, June Ambrose. En las vísperas de su 75º aniversario, Futrograde, un desfile inmersivo que fusiona el pasado, el presente y el futuro de la marca, y que apela a la innovación en el diseño y el rendimiento deportivo.

En paralelo, la marca lanzó una experiencia digital del desfile en el metaverso, llamada Black Station, que incluyó  NFT exclusivos con zapatillas físicas canjeables de edición limitada. Entre las propuestas urbanas que hacen foco en la sustentabilidad llamaron la atención estilismos oversized de estilo «preppy» que incluyeron shorts, buzos XL y hasta medias bucaneras con rodilleras incorporadas.

La estética dosmilera o Y2K aesthetic regresó con todo y sin pedir permiso. Claro que era algo que ya nos veíamos venir, cuando las celebridades comenzaron a bajar el tiro de los pantalones y a reinstalar viejos mandatos (como lucir el vientre a lo Paris Hilton, Lindsay Lohan y Britney Spears de fiesta).

En esa tendencia se encuadra también el barbiecore, esa obsesión por lucir outfits monocromo en rosa, del fucsia al pastel –recordemos que Valentino hizo toda una colección dedicada al rosa, con Zendaya como férrea embajadora–. En las nuevas colecciones, la estética dosmilera se dejó ver en tops con puntilla, zapatillas con plataforma, tops con piel en el cuello y mangas y vestidos lenceros. La propuesta de Tory Burch se emplaza tanto en los 2000 que hasta propone usar faldas sobre leggings, una vieja manía que había quedado en el olvido.

Brillos y maximalismo, Tom Ford cerró la Semana de la Moda en Nueva York con un desfile que reinstaló la lujuria de los setenta y ochenta. En medio de rumores de una posible venta de la compañía, el diseñador y director de cine recordó su mejor época al mando de la maison Gucci.

En una pasarela metálica iluminada como una discoteca, desplegó todo su glamour con una colección por completo maximalista. Con bordados florales, géneros como lúrex y paillettes y full transparencias, deslumbró con diseños repletos de brillo –y mucha piel a la vista, incluidos escotes casi hasta el ombligo para ellos, ellas y ellxs– que parecían tener como referencia a las habitués de la mítica disco neoyorquina Studio 54.

Smokings de lentejuelas, trajes en jacquard o con motivos animal print, minishorts, dos piezas en cuero y prendas lenceras fueron algunos de los hits de Ford que apostó a una pospandemia a pura fantasía.