4% de la población mundial tiene menos chances de sufrir obesidad gracias a este gen

Salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad y el sobrepeso un problema de salud pública que se ha triplicado en todo el mundo en el último medio siglo.

En España, es de máxima gravedad, más de la mitad de la población tiene obesidad. Se pone el foco en los menores, ya que uno de cada tres supera el peso recomendado y uno de cada diez tiene obesidad.

En este sentido, un grupo de científicos ha descubierto que una variante genética que ayuda a regular el peso corporal podría ayudar a combatir la obesidad.

Se trata de la mutación del gen ZFHX3, que se cree que existe en solo el 4% de las personas y controla partes del cerebro responsables del apetito.

Los autores del hallazgo son los expertos de la Universidad de Nottingham Trent y el Instituto MRC Harwell, ambos en Reino Unido. Según sus investigaciones, se ha comprobado en ratones que este gen tiene un papel clave en la regulación del apetito, el peso y la hormona insulina, que ayuda a mantener bajo control el azúcar en sangre y previene las complicaciones de la diabetes.

El equipo descubrió que puede afectar una región del cerebro conocida como hipotálamo, que controla el apetito, la ingesta de alimentos, el hambre y la sed.

Ingesta de alimentos de ratones

Los investigadores aseguran que este descubrimiento podría allanar el camino para nuevas terapias dirigidas a la pérdida de peso. 

Por primera vez, hemos demostrado que este gen altera el crecimiento y el equilibrio energético con una mutación que altera las proteínas similares a una variante encontrada en baja frecuencia en la población humana. 

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores monitorearon la ingesta de alimentos de ratones con el gen ZFHX3 mutado junto con aquellos que no tenían la variación genética. Descubrieron que aquellos que contaban con la mutación, realizaban una ingesta de alimentos menor y contaban con niveles más bajos de insulina y otra hormona conocida como leptina, que ayuda a regular el peso corporal.

Los ratones también comieron alrededor de un 12% menos al año de edad y pesaron alrededor de un 20% menos que los que no tenían la mutación. 

Así, los niveles más bajos de insulina sugieren que los ratones con menos grasa corporal tienen una regulación más saludable del azúcar en sangre y, por lo tanto, menos probabilidades de estar en riesgo de padecer afecciones como diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.

Este proyecto, que se alargará durante los próximos dos años, «nos permitirá analizar cómo actúa el gen ZFHX3 en partes clave del sistema nervioso central», añade Dumbell.