Estados Unidos agregará seis millones de nuevos inmigrantes a su población, un importante crecimiento del 167% en los últimos cinco años.
Al terminar el año fiscal de 2023, en septiembre de este año, más de 6 millones de personas, incluidos solicitantes de asilo y otros inmigrantes, están en la lista de “no detenidos”.
Esta designación se refiere a un calendario judicial para los casos de no ciudadanos que han sido liberados temporalmente de la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Las predicciones de la Administración Biden sugieren que esta cifra aumentará a 8 millones con la llegada de octubre, según revelan los documentos que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) compartió con el Congreso, citados por The New York Post.
Más de 2 millones de casos retrasados
Según los documentos del DHS aproximadamente 2 millones de inmigrantes están en proceso de deportación o se enfrentan a cargos penales, mientras que los demás esperan las decisiones finales sobre las solicitudes de asilo.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, describió la situación como una “invasión” en una entrevista en “60 Minutes”, mismas palabras usadas por Donald Trump en un evento el mes pasado.
Abbott, por otro lado, acusó al presidente Biden de “perder el control sobre la frontera sur”.
El gobernador habló sobre los “riesgos potenciales” que suponen los “terroristas conocidos y desconocidos” que entran a diario en Estados Unidos.
Diciembre: mes récord de entrada de inmigrantes a EEUU
En diciembre, los encuentros de inmigrantes en la frontera sur alcanzaron un récord, con 302.000 intentos de entrada ilegal a EEUU, esta es la cifra más alta registrada en un solo mes desde que el presidente Joe Biden asumió el poder.
Lo que debemos saber: el juez David A. Ezra, la semana pasada, bloqueó una ley de Texas que habría permitido a la policía estatal detener y deportar a inmigrantes indocumentados.
En este sentido, la sentencia del juez afirma que la ley SB4 infringía la autoridad federal sobre las leyes de inmigración y restringía los derechos de solicitud de asilo de los inmigrantes.
A pesar de las afirmaciones de Texas de enfrentarse a una “invasión”, Ezra rebatió que el movimiento de no ciudadanos no constituye una ofensiva militar organizada.
