Un agente de la Patrulla Fronteriza encuentra a un niño migrante de entre 10 y 12 años, sólo en medio de una zona semidesértica tras haber cruzado la frontera por el Río Bravo.
El menor pedía ayuda porque el grupo con el que viajaba lo dejo abandonado.
Presuntamente él pasó toda la noche en esa zona, sin ningún tipo de alimento y en riesgo de ser atacado por un animal.
Cuando el agente lo vio no dudó en detener su unidad y el niño rápidamente corrió al coche.
Entre sollozos y exaltación por tanto llanto, el pequeño dio a conocer que no viajaba con sus padres.
“Yo venía con un grupo, me dejaron botado y no sé dónde están, me pueden robar, secuestrar. Tengo miedo”, dijo el menor.
La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza no dio a conocer ningún dato del niño, sólo se dio a conocer en redes sociales que fue puesto a salvo.
