Abandonar el hábito es un gran reto; pero los beneficios de dejar de fumar

Salud

Como a casi todo fumador, seguro que alguna vez te habrás planteado dejarlo. A veces, no se conocen muy bien los beneficios de dejar de fumar. Otras, la fuerza de voluntad por sí sola no es suficiente sin un plan de acción. Sea como fuere, compartiremos de primera mano los efectos que hemos visto en nuestra salud.

Más energía

Seguro que en más de una ocasión, el primer cigarrillo del día te deja ligeramente relajado. En realidad lo que sufres es una bajada de energía provocada por el propio pitillo. Dejar de fumar supone que no nos vuelva a quitar esa energía.

El proceso no es inmediato, ya que debes superar el ‘mono’. Lo más habitual es que durante las primeras tres semanas sientas algunos síntomas de catarro, puesto que el cuerpo se afana en recuperar aquello desgastado por el tabaco. De esta manera, los efectos de dejar de fumar comenzarán a ser claros a partir del tercer mes; tu respiración mejorará mucho. Especialmente si haces deporte.

Apetito

Al saborear más los alimentos, comer será más agradable. Eso sí, hay que tener cuidado con esto, pues si la razón de fumar tenía origen en la ansiedad puede llevarnos a sustituir ese pitillo por comida.

Olfato

Es el sentido que más lo agradecerá. El humo del cigarro es muy fuerte, por lo que tapa el resto de olores. De hecho, puede ser nuestra mejor arma para conseguir dejar de fumar, en especial si se nos vuelve poco llamativo y esto se extrapola al gusto. Nos ayudará a cortar por lo sano este perjudicial hábito.

El ahorro es otro de los mayores beneficios de dejar de fumar

Fumes poco o mucho, al final de mes se nota en nuestro bolsillo, aunque sean 20 euros. De esta forma, con solo dejar de gastar lo que expendemos en tabaco, nos puede alcanzar para pagar el seguro de nuestro hogar o, incluso, el del coche al cabo del año.

Ropa y dientes

El humo del tabaco ennegrece tanto los dientes como la ropa e, incluso, te amarillea los dedos. Dejar de fumar supondrá una ropa más limpia y sin olor, y cuidar tu cuerpo.

Descansos más eficaces

Lo único bueno que deja el hábito son esas pequeñas pausas para desconectar. Mantenerlas y usarlas para pensar en otras cosas antes de regresar a la actividad ayudará a mejorar nuestra productividad y concentración.

5 consejos para dejar de fumar

  • Deporte
    El estrés y la ansiedad se combaten con el ejercicio aeróbico. Pon una meta: correr 10 kilómetros un día, o 30 a la semana si tu tiempo no da para más. De esta manera, a medida que te acerques a tu objetivo, reduce los cigarrillos al día. Al fin y al cabo, el deporte genera endorfinas y libera tensiones.
  • Hazlo tú mismo
    Un paquete de tabaco, aparte de caro, te lo da todo hecho. Si optas por la variante de liar, te forzarás a hacerlo tú mismo, por lo que habrá ocasiones en las que te pueda la pereza. Los parches solo te harán gastar más dinero, ya que el componente principal para superar una adicción es el psicológico, además de una cierta fuerza de voluntad.
  • Póntelo difícil
    Si consigues fumar como máximo cuatro cigarrillos al día, tendrás más de la mitad del trabajo conseguido. Desde aquí, lo ideal es quedarse en dos. ¿Cómo? En vez del pitillo del comienzo del día, aprovecha para hacer deporte. Ahora bien, no bases el cigarrito como distracción durante la jornada laboral, sino como tu ‘recompensa’ por haber aguantado sin ellos hasta entonces. Este es el primer paso para consolidar el componente psicológico.
    Además, ponte como norma no fumar en casa, tampoco en la terraza –si la tienes–. Lo ‘peor’ que puede pasar es que te escapes a tirar la basura. Con esto conseguirás no solo que tu hogar huela mejor, sino que poco a poco tomarás consciencia del olor del tabaco.
    Es decir, al espaciar más los cigarrillos, llegará un momento que hasta tú mismo te huelas a tabaco. Será entonces cuando se convierta en cuestión de tiempo que tanto el olor como el sabor de los cigarrillos supongan un obstáculo para continuar el hábito de fumar.
    La idea es que el tabaco te vaya abandonando, deje de pertenecer a tu vida, para así dejarlo con el menor sufrimiento posible, de forma natural.
  • La tentación existe; pero puedes con ella
    Cabe decir que durante los primeros tres meses es importante contener el ‘mono’, ya que es cuando podremos recaer con mayor fuerza. Ahora bien, pasado ese tiempo, esto se convierte en algo psicológico. Lo mejor es no volver a fumar nunca, eso es obvio.
    Pero si en alguna ocasión fallas, no hay que derrumbarse, de los errores también se aprende. Es como seguir una dieta saludable. Si un día en el mes no la saltamos, no significa que hayamos fracasado. Debemos mantener en todo momento la moral alta, la recompensa por lograr nuestro objetivo merece la pena.
  • No busques sustitutos
    Ahora bien, es muy posible que esa ansiedad la vayamos a reconducir por otro lado, muy posiblemente por la comida o por técnicas como la vaporización –que es una manera de autoengaño–.
    Es por ello que el deporte y un buen autocontrol serán esenciales para lograr nuestro objetivo de la manera más equilibrada y eficiente posible. Al final, notaremos los beneficios de dejar de fumar conforme pasen los días