Aceite de girasol: lo que debe saber para tu salud

Salud

El aceite de girasol suele ser un aceite muy demandado en la repostería y a la hora de hacer frituras. Esta demanda suele ser debida a su bajo precio y las propiedades que aporta. Ahora bien, ¿el aceite de girasol es bueno o malo para nuestra salud? A continuación vamos a ver qué es, cómo se hace y qué beneficios aporta a nuestra salud.

Qué es el aceite de girasol

El aceite de girasol es un aceite de origen vegetal que se obtiene del prensado de la semilla del girasol. Una planta originaria de América y globalizada, pero solo en el siglo XIX cuando se comenzó a producir aceite en cantidades importantes.

El proceso de elaboración es muy sencillo:

  1. Descascarillado de la semilla y posterior trituración.
  2. Se calientan las semillas a temperaturas adecuadas para llevar a cabo la extracción del aceite.
  3. Extracción del aceite con disolvente o a través del prensado.
  4. Clarificación por procesos mecánicos. Se somete a este proceso para quitar las pequeñas partículas que hayan quedado en el aceite.
  5. Desacidificación. La acidez se produce por la liberación de ácidos grasos que ocurre en el proceso de obtención del aceite debido a la presencia de enzimas.

Para qué se usa el aceite de girasol

El aceite de girasol es conocido por usarse sobre todo en la elaboración de postres y frituras, pero tiene otros usos menos  conocidos.

  • Aceite de cocina. Como hemos indicado, esta es su utilización más conocida. A menudo el aceite de girasol se utiliza para elaborar fritos, postres y mayonesas debido a su ligero sabor.
    También es una buena opción como aliño de ensaladas, ya que aporta beneficios que se pierden si es cocinado.
  • Como combustible. El aceite de girasol es a menudo empleado para producir biodiésel, un combustible biológico.
  • Cosmética. Muchos productos de belleza incluyen el aceite de girasol entre sus ingredientes debido a los beneficios que aporta a la piel. El aceite de girasol tiene propiedades hidratantes y antioxidantes.
  • Para el pelo. En algunos tratamientos para el cuidado capilar, es habitual el empleo de este aceite. Para el tratamiento de la caspa y la alopecia es común ver este ingrediente. Las propiedades del aceite de girasol aportan al cabello hidratación y suavidad.
    Además, los  ácidos oleicos, linoleicos y palmíticos que contiene hacen que prevenga o retrase la caída del cabello. También es usual ver recetas de mascarillas hechas con aceite de girasol de cocina para el cabello.

Beneficios que aporta

¿Es bueno o malo para nuestra salud?. Según algunos especialistas, el aceite de girasol contiene un alto nivel de ácidos grasos esenciales, siendo una buena referencia nutricional. Además, este contiene vitamina E que aporta propiedades antioxidantes y ayuda a la estimulación del sistema inmunitario.

Este tipo de aceite es muy utilizado para la elaboración de mayonesas, debido a la ligereza de su sabor, y a la hora de elaborar repostería y frituras. En cuanto al uso de este aceite para freír, esto se debe a su menor coste y a que aguante temperaturas de hasta 170 grados.

El problema de esta utilización se encuentra en que las propiedades del aceite se pierden a altas temperaturas y la vitamina E no se absorbe de la misma manera que en crudo. Debido a esto, en muchas ocasiones se recomienda el empleo del aceite de oliva debido a que no pierde ninguna de sus propiedades cuando se cocina con él.

Otro de los beneficios del aceite de girasol es la ayuda al control del sistema inmunológico y la coagulación sanguínea gracias a la cantidad de eicosanoides que contiene en su composición. Además, el aceite de girasol contiene ácidos grasos de los cuales destaca el ácido linoleico por sus múltiples beneficios. El ácido linoleico ayuda a la reducción del colesterol, los triglicéridos y aporta beneficios a la piel.

Respecto a esto último, el ácido linoleico ayuda a mantener la humedad de la piel, protege la piel contra bacterias y gérmenes, además de promover la formación de colágeno y elastina.

Por último, los antioxidantes y las vitaminas del aceite de girasol hacen que se presente como un antiinflamatorio, además de ser beneficioso para la salud cardiovascular siempre y cuando sea aceite alto oleico.

Qué es el aceite de girasol alto oleico

El aceite de girasol alto oleico se obtiene de la misma manera que el resto de aceites vegetales. La diferencia reside en el empleo de semillas de girasol que contienen un alto porcentaje de ácido oleico. Esto provoca que el aceite de girasol tenga una mayor estabilidad a altas temperaturas. Lo que significa que al utilizar este aceite para las elaboraciones, seguiremos disfrutando de las propiedades que ofrece como la vitamina E.

Este tipo de aceite eleva el porcentaje que contiene  de ácido oleico hasta niveles similares al aceite de oliva, hasta un 80%. Estas cantidades son más elevadas en comparación con el aceite de girasol común, que no llega ni al 30%.

La industria  alimentaria ha visto en este tipo de aceite un buen sustituto para el aceite de palma. Con este cambio pretenden hacer productos más saludables para el consumidor. Aunque siempre será mejor para nuestra salud el aceite de oliva virgen extra.