Alimentos que suben la tensión y pasan desapercibidos

Salud

Tener la tensión alta aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares como un ataque cardiaco, un accidente cardiovascular o un aneurisma.
La dieta juega un papel importante, tanto en el aumento como en el control de la tensión. Todos sabemos que las personas con hipertensión deben controlar (o incluso evitar) el consumo de sal, pero eso va más allá de la sal de mesa que añadimos a nuestros platos. Hay algunos alimentos que ya la llevan incorporada y pueden pasar desapercibidos.
Por otro lado, también es bien sabido que los ultraprocesados y los productos de origen animal como las carnes rojas, los embutidos o los productos lácteos enteros son algunos de los alimentos que hay que evitar en caso de hipertensión.
Sin embargo, en la dieta vegetariana o vegana también puede haber alimentos que suben la tensión.

Si tienes la tensión alta, además de evitar o reducir al mínimo el consumo de sal, ultraprocesados y carnes rojas o embutidos, ten presente que también estos alimentos suben la tensión:

ACEITUNAS Y ENCURTIDOS

Los encurtidos son vegetales que se conservan en salmuera, una solución de agua y sal.

Aunque aceitunas, pepinillos o cebolletas, entre otros, son una alternativa más saludable a otros aperitivos fritos, conviene, por tanto, moderar su consumo si tienes hipertensión, pues suelen contener bastante sal.

REGALIZ

El regaliz es una raíz que se usa como edulcorante, y con fines medicinales para calmar la tos o aliviar el dolor de estómago.

La sustancia que le da su poder edulcorante, el ácido glicirricínico o glicirricina, se considera cincuenta veces más dulce que el mismísimo azúcar y es también la responsable de que pueda subir la tensión.

No pasa nada por tomarlo de vez en cuando, pero un consumo habitual o excesivo no es recomendable para las personas con hipertensión.

FRUTOS SECOS SALADOS

Los frutos secos son, como seguro que sabes, un tipo de alimento muy beneficioso para la salud. Ricos en grasas saludables, proteínas, minerales y fibra, son una excelente opción para el aperitivo. Sin embargo, en función de cómo estén preparados pueden arruinarse sus propiedades.

Lee bien el etiquetado y asegúrate de que no contienen sal añadida y tómalos con moderación,

HAMBURGUESAS Y SALCHICAS VEGANAS

Igual que sucede con las carnes procesadas, las hamburguesas y salchichas veganas también pueden contener sal añadida que podría contribuir al aumento de la tensión arterial.

También otros productos preparados, como los quesos veganos, las sopas o las cremas de bote, pueden contener un exceso de sal.

PAN

El pan es un alimento que muchas personas toman a diario, a menudo sin darse cuenta de que puede llevar más sal de la que les conviene. Desde 2022 está regulado el contenido máximo de sal que puede llevar el pan.

Si elaboras tú mismo el pan en casa podrás controlar mucho mejor las cantidades y, si prefieres comprarlo, pide el pan sin sal.

CAFÉ

El café, la bebida estimulante más consumida en Occidente, solía tener fama de perjudicial para la salud, pero en los últimos años son muchos los estudios que han analizado sus efectos positivos: se cree que podría proteger el cerebro frente al Parkinson o el Alzheimer, mejorar la evolución de la diabetes tipo 2 o reducir el riesgo de asma, entre otros beneficios.

Sin embargo, su contenido en cafeína puede provocar aumentos notables en la presión arterial, por lo que conviene evitarlo si tus cifras de presión son elevadas.

CONDIMENTOS

Sustituir la sal por otros condimentos para aderezar las comidas es una muy buena idea. Hay muchas opciones que combinan diversas especias o hierbas, pero una vez más, hay que leer el etiquetado porque el simple hecho de que sean hierbas no significa que no contengan sal añadida.

Pero ten también en cuenta que algunas salsas, como la de soja o el kétchup, suelen contener un elevado contenido en sodio y azúcares añadidos.

ALCOHOL

El consumo excesivo de alcohol es perjudicial por muchos motivos: comporta un mayor riesgo de problemas hepáticos, digestivos y de páncreas, de desarrollar distintos tipos de cáncer, y también de hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

 El alcohol actúa como vasodilatador (es decir, relaja los vasos sanguíneos y los ensancha) y puede propiciar el aumento del flujo sanguíneo y, en consecuencia, de la presión. Además, puede estimular la liberación de hormonas del estrés como la adrenalina.